Si la denominada Nueva cocina había dejado perlas para la curiosidad de los paladares como la fotocopiadora que imprime papel comestible confeccionado con maíz, la aplicación del láser como sustitutivo de los fogones tradicionales para cocer cualquier alimento y el uso del hidrógeno líquido como ingrediente común, los investigadores extremeños saltan ahora a la encimera para mostrar métodos revolucionarios de presentar productos habituales en la mesa de cualquier hogar como el vino y el aceite de oliva.

Si las iniciativas del Centro Tecnológico Agroalimentario de Extremadura (Ctaex) salen adelante, en cuestión de meses los consumidores podrían encontrar en los mercados de la comunidad autónoma aceite en lonchas o caviar elaborado a partir de vino. Pero habrá que esperar, porque de momento estos productos solo son los resultados de las investigaciones de un grupo de científicos y cocineros presentadas ayer en unas jornadas sobre estrategias comerciales celebrada en la ciudad de Badajoz.

Manuel Gil, cocinero del Centro de Educación Especial Antonio Tomillo de Zafra, fue el encargado de explicar el amplio abanico de posibilidades existentes para aplicar los productos agroalimentarios extremeños a la cocina moderna y a las nuevas tendencias internacionales. Además, sus manos fueron las responsables de la preparación de "un desayuno innovador" donde los participantes degustaron nuevas formas de comer tostadas con aceite y tomate. Gil presentó el aceite de oliva virgen extra de la Denominación de Origen Gata-Hurdes solidificado y listo para cortar en lonchas. Según explicó Alfonso Montaño, técnico de Ctaex, este formato permite que el aceite no fluya sobre la tostada y que se pueda comer exactamente igual que "si fuese una loncha de queso".

Sabor y textura diferentes

Desde Ctaex apuntan que el objetivo es presentar formatos de comercialización distintos a las tradicionales botellas de cristal, plástico o lata para abrir nuevas posibilidades de venta. "Jugar con los alimentos para llamar la atención del consumidor", sintetizó ayer Montaño. Según reseñó, estos productos ofrecen "un sabor y una textura totalmente distinta", por lo que mostró su confianza en despertar el interés de algún emprendedor.

Desde el centro tecnológico regional advierten que el aceite solidificado y en lonchas constituye una nueva presentación que aún hay que perfeccionar, aunque si alguna empresa está interesada en esta nueva forma de ofrecer el producto el Ctaex prestará su asesoramiento.

Pero los avances tecnológicos van más allá de las revoluciones estéticas. Los investigadores extremeños, según pusieron de manifiesto ayer, ya están experimentando con la incorporación de antioxidantes propios del aceite de oliva o del vino a otro tipo de productos, como los lácteos. Es lo que están probando, por ejemplo, con los fenoles, sustancias con efectos positivos para prevenir enfermedades cardiovasculares y mejorar los niveles de colesterol. Puede que su siguiente paso sea el jamón líquido.