Nuevo enredo para Grabasa, la fábrica de granitos de Burguillos del Cerro que lleva cinco años cerrada y se encuentra en un proceso de liquidación que solo puede salvar ahora Fairmont Resources, la empresa que presentó hace un año una oferta de compra por 2,7 millones aún pendientes de abonar.

El administrador concursal solicitó la semana pasada al Juzgado de lo Mercantil número 1 de Badajoz que investigue una denuncia que ha presentado un nuevo ofertante de Valencia acusando a la multinacional Fairmont Resources de entregar documentos presuntamente falsos para quedarse con Grabasa y conseguir sucesivas prórrogas del juzgado con el fin de intentar cerrar la operación que inició hace ya casi un año.

Este nuevo ofertante, en un escrito remitido al administrador concursal al que ha tenido acceso este periódico, denuncia que al menos los documentos de acreditación de solvencia que la empresa canadiense ha presentado en los últimos meses para lograr dos ampliaciones más del plazo de pago podrían ser falsos. Explica que ha accedido a estos documentos por un acreedor personado en el concurso y que él mismo ha comprobado la validez de esos escritos aportados con las entidades y organismos a los que aluden los mismos.

En concreto, para conseguir más tiempo Fairmont aseguró al juzgado pacense que estaba trabajando con un grupo europeo interesado en dejarle el dinero necesario para comprar la industria de Badajoz. Sin embargo, según el denunciante, la empresa franco-belga en cuestión, Global Trade Consult, no existe y aporta varias pruebas. Son, en concreto, correos electrónicos emitidos, según el interesado de Valencia, por diferentes organismos como el Banco Central Europeo, el Consejo de Notariado Holandés, la Embajada de Camerún en España (puesto que al parecer esa empresa europea tenía el dinero en Camerún), asegurando que sus sellos y firmas no son auténticos y que incluso un notario firmante dejó su puesto en el 2009. Todos los documentos han sido facilitados al administrador concursal.

HASTA LA FISCALÍA / Vista toda esta documentación, el propio administrador ha remitido un escrito al juzgado de lo mercantil pidiendo que le sea trasladada toda esta información a la multinacional canadiense para que esta manifieste lo que estime oportuno. Insta al juzgado a depurar las correspondientes responsabilidades y adelanta que, «en su momento», pondrá el asunto en manos de la Fiscalía «por si tales conductas fueran constitutivas de delito», apunta.

Además, en su escrito el administrador muestra su «extrañeza, inquietud y preocupación» por los documentos recibidos, «al igual que estamos seguros le sucede a los acreedores de Grabasa, instituciones y vecinos de la comarca de Burguillos del Cerro». Argumenta que «lamentablemente la Administración Concursal no tiene medios para investigar y comprobar la veracidad de los hechos e imputaciones que en dicho escrito se vierten», señala en el texto remitido al juzgado mercantil.

SE ECHA ATRÁS / Tras ser informado de este presunto entramado, la propia Fairmont Resources emitió el pasado jueves un comunicado anunciando que ha decidido no proceder a la financiación propuesta por un grupo europeo «debido a ciertas discrepancias detectadas por un tribunal español», reza la nota de la firma canadiense. Aún así, no cierra la puerta a comprar Granitos de Badajoz y continúa generando expectativas: «Fairmont seguirá buscando métodos alternativos de financiación para la compra de Grabasa», aunque advierte de que «no está asegurado que pueda completar la financiación requerida para adquirir los activos de Grabasa en el plazo límite del 24 de abril», otorgado por el juzgado pacense en la última prórroga concedida en febrero.

De esta forma la empresa deja la puerta abierta, porque según fuentes cercanas, tras la denuncia presentada espera que el juzgado le revoque la adjudicación, aunque este todavía no se ha pronunciado al respecto.

Mientras, el denunciante con remite de Valencia, asegura que también está interesado en cursar oferta por todos los activos de la fábrica de Burguillos del Cerro, aunque a un precio muy inferior: 420.000 euros. Estan cantidad supone hasta cinco veces menos que la que ofrece Fairmont Resources (2,7 millones de euros), aunque bien es cierto que hasta la fecha la firma canadiense solo ha depositado en el juzgado pacense 150.000 euros a pesar de que ya se le ha concedido hasta cinco prórrogas para que abone el dinero pendiente y cierre la adquisición de Grabasa.

En el municipio de Burguillos mantienen sus recelos ante la demora de la empresa canadiense en concluir la operación y porque además, sus responsables no se han llegado a personarse en la localidad, según aseguran.