Un pupitre, dos alumnos y un PC. Fue la máxima que en el año 2002 colocó a Extremadura a la cabeza en el ránking mundial de ordenadores por estudiante en la enseñanza secundaria. Entonces, la Junta instaló en todos los institutos de la región 45.000 equipos con sistema operativo Linex acompañados de unos pupitres dobles con hueco suficiente para albergar aquellas voluminosas torres y monitores CRT. Una tecnología que hoy, 15 años después, está totalmente obsoleta y resulta poco práctica en el día a día de profesores y alumnos, de ahí que la Consejería de Educación y Empleo haya comenzado a tomar medidas para su retirada.

El primer paso ya se dio el año pasado al autorizar a los centros a desprenderse de todos los equipos informáticos con más de siete años de antigüedad y ahora le toca el turno a los «pupitres bipersonales», aquellos escritorios que en su día sustituyeron, no sin polémica, a las mesas escolares individuales. Para ello, la Consejería de Educación prevé una inversión de 1,17 millones de euros.

El Consejo de Gobierno autorizó ayer la contratación de los trabajos, que se llevarán a cabo durante el verano para no interferir en el funcionamiento normal de las clases. Según explicó la portavoz de la Junta, Isabel Gil Rosiña, el cambio llegará a 113 institutos de la región (75 en la provincia de Badajoz y 38 en Cáceres) y supondrá la renovación de 18.121 tableros (la estructura de las mesas se conservará) para 36.242 alumnos.

Gil Rosiña recordó que estas mesas dobles están diseñadas con un gran hueco en el centro para alojar un monitor CRT y resultan ahora «funcionalmente inadecuadas» al haberse sustituido estos equipos por ordenadores portátiles, tabletas y pizarras digitales. «Se hace necesaria la renovación de aquellas mesas de tal manera que presenten una superficie continua y uniforme a lo largo y ancho del tablero y se adapten a un uso polivalente», añade la consejería.

Según el departamento que dirige Esther Gutiérrez, su renovación devolverá a las aulas «la flexibilidad y polivalencia perdida» ya que desde su instalación, estas mesas «entraron en conflicto con corrientes metodológicas emergentes y cada vez más pujantes que demandan espacios de trabajo amplios, en los que el alumnado pueda utilizar materiales diversos». En este sentido, insiste, la sustitución de los tableros soluciona el problema y da respuesta a las «reiteradas demandas» realizadas desde los centros educativos.

La renovación y adecuación de estos pupitres forma parte del proyecto ‘Comunidad Educativa 2.0’, un ambicioso plan que se activó en el 2014 con el objetivo de fomentar el uso de las nuevas tecnologías en los centros educativos y hogares para mejorar el rendimiento académico. En el marco de este plan ya se han invertido 40 millones de euros para llevar a las aulas 5.000 pizarras digitales interactivas, 7.600 ordenadores, 16.500 tabletas y 6.000 impresoras multifunción.