Adolfo Monje Justo, de 32 años, natural de Villafranca de los Barros y licenciado en Filosofía y también en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada (obtuvo el Premio Extraordinario de Licenciatura), es de esos docentes que cada día quieren aprender más y enseñar mejor. Prueba de ello es que ahora realiza estudios de doctorado dentro del Departamento de Estética y Teorías de las Artes de la Facultad de Filosofía de Salamanca, e investiga sobre Mito y Literatura en la filmografía de F. F. Coppola . En 2012 recibió el Premio Extraordinario de Grado de Salamanca por la investigación 'La urdimbre mito-literaria y especulativa en Apocalypse Now . Tras cuatro años trabajando como profesor de secundaria en Granada, se mudó a su localidad natal, donde lleva otros cuatro años trabajando en el Colegio San José de Villafranca (del que es antiguo alumno) como educador y profesor de Educación para la Ciudadanía y Educación Etico-Cívica. Acaba de sacar a la luz el libro Educación ético-cívica a través del cine y la televisión .

--¿Qué aporta su libro?

--El libro nace del deseo de aportar al estudio de ciertas disciplinas filosóficas, como son Educación para la Ciudadanía y Etica, una visión original, renovada y ajustada a los nuevos tiempos. Editado desde el departamento de Filosofía y Religión del Colegio San José, la obra pretende ser una herramienta de trabajo para dichas asignaturas. Enmarcado todo ello en un proyecto integral dedicado a enseñar cuestiones morales a través de diversos medios audiovisuales. Creo que el libro, pensado inicialmente para uso interno de nuestro alumnos, aporta interesantes incentivos para el estudio de cuestiones éticas, ya que los contenidos que en él aparecen son abordados a partir de numerosas películas y series de televisión actuales muy atractivas para el alumno.

--En la era en la que vivimos, ¿o los docentes se amoldan a los alumnos o puede ser un caos?

--Evidentemente. Los docentes debemos hacer un esfuerzo por amoldarnos a las nuevas necesidades que el tipo de alumno actual demanda. Este libro nace precisamente de esta misma idea. Para que un alumno aprenda, además de poner interés de su parte, debemos motivarlo. Y las nuevas tecnologías de la información y la comunicación son claves. Ahora bien, debemos entenderlas siempre como una herramienta. En este sentido, las nuevas tecnologías no deben esclavizarnos como profesores.

--¿Hay demasiadas matemáticas y lengua en el currículo y pocos atractivos que humanicen un poco al alumno?

--Ni mucho menos. Las matemáticas o la lengua son materias troncales esenciales, ya que aportan al alumno herramientas necesarias para la aplicación en otras asignaturas. Como tal nunca sobrarán horas. Si no sé matemáticas no puedo resolver un problema de física y si no utilizo bien el lenguaje no podré realizar un buen comentario de texto filosófico. El problema está en el afán por el eliminar ciertas materias o rebajar del currículo la importancia de asignaturas como la filosofía, totalmente complementarias a las anteriores, pero que aportan a los alumnos una herramienta crítica necesaria.

--Cite un par de películas y series de televisión con las que se pueda inculcar valores a los alumnos.

--En el libro aparecen más de cien ejemplos, entre películas y series de televisión, que pueden ser aplicados y tratados desde un punto de vista ético. Si me tengo que quedar con dos películas, cito aquellas que nunca faltan en mis asignaturas: Gran Torino , de Clint Eastwood (una película que ahonda en valores como la tolerancia, la amistad y los peligros de los prejuicios) y Siete almas , de Gabriele Miccino (una de las mejores representaciones gráficas para explicar qué es la conciencia moral y la importancia que tiene en los seres humano). En cuanto a las series de televisión me quedo con una: Los Simpson , ya que a través de las peripecias de esta peculiar familia, como demuestro en el libro, podemos explicar las principales teorías éticas de la historia de la filosofía.

--Por lo general los estudiantes son forofos de películas violentas. ¿Cómo trata usted eso a través del libro para inculcarles que hay otros alicientes en la vida?

--Es una realidad que los jóvenes de hoy en día son consumidores habituales de contenidos violentos. No solo a través de películas y series de televisión. Internet es un caldo de cultivo donde encuentran fácilmente todos estos contenidos. Contra esto es muy difícil luchar. Pero lo que sí podemos hacer nosotros como docentes es cambiar la perspectiva de todas esas películas violentas para reutilizarlas en nuestros propósitos. Saw , por ejemplo, es un magnífico ejemplo para explicar la relación que existe entre la libertad humana y la responsabilidad moral; o Destino final no deja de ser una representación moderna de los mitos clásicos del teatro griego en torno a la idea de destino. A pesar de todo, nuestro propósito siempre será fomentar la cultura de la paz y de la tolerancia. Cuestionando siempre la violencia como mecanismo lícito para resolver los conflictos.

--¿Cree que caminamos hacia unas aulas sin pizarras y llenas de ordenadores? ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene ese modelo?

--En un futuro no muy lejano, los libros de textos irán dejando paso a los ordenadores y las pizarras se convertirán todas en digitales. Eso conlleva una renovación en nuestro modo de plantear las clases, optando por dinámicas educativas más originales. Pero, al mismo tiempo, debemos ser conscientes de los peligros de herramientas como Internet. Su utilidad es incuestionable pero en el ámbito educativo debemos fomentar un uso responsable del mismo para que el alumno aproveche todo lo bueno que tiene.

--La intención del ministro de Educación es eliminar o rebajar las horas de materias como la filosofía, la música, las artes plásticas... ¿Cree justificada la medida o son asignaturas que aportan un plus al alumno?

--Ni mucho menos. Comparto el malestar de muchos profesores ante la idea de eliminar en futuros planes de estudio asignaturas como las que ha nombrado. Como profesor del ámbito de la filosofía considero que se está cometiendo un error grave si se eliminan o rebajan horas de materias como Educación para la Ciudadanía, Etica o Historia de la Filosofía de 2º de Bachillerato. Todas ellas son asignaturas necesarias para que el alumno pueda tener una visión más crítica de la realidad y constituyen una herramienta indispensable para fomentar algo que, por desgracia, se está perdiendo: la reflexión. Además, desde el Paradigma Pedagógico Ignaciano, que es en el que nos movemos todos los colegios de la Compañía de Jesús, siempre se ha dado gran importancia a este tipo de materias claves para el desarrollo humano del alumno.

--¿Tiene a su juicio algún tipo de relación el fracaso escolar con el tipo de enseñanza que se aplica hoy en día? ¿Qué cambiaría usted?

--Más que con el tipo de enseñanza actual, gran parte de la culpa del fracaso escolar deriva de la falta de acuerdo en las instituciones políticas por llegar a un consenso en materia educativa. Es difícil desarrollar una educación de calidad si continuamente estamos cambiando el sistema educativo.

--¿Cree necesario dar más autoridad al profesor ante los alumnos o es más bien cuestión de actitud o aptitud del docente a la hora de saber conducir al grupo?

--Lo que se necesita es una concienciación colectiva de la labor tan importante que tenemos los docentes en la sociedad. Nuestra autoridad en el aula solo será efectiva si los alumnos comprenden que estamos ahí para enseñarles y educarles, además de para ayudarles a construir sus proyectos personales. Como tal deben comprender que merecemos respeto y agradecimiento.