La escasez de lluvias ha llevado a los agricultores y ganaderos extremeños a reclamar medidas excepcionales para afrontar las pérdidas millonarias que la sequía va a dejar en el sector. Según los últimos datos del Centro Meteorológico Territorial de Extremadura, la región atraviesa uno de los inviernos más secos del último siglo y en la actualidad existe un déficit de 300 litros por metro cuadrado de lluvia. Con este panorama, las organizaciones agrarias consideran insuficientes los pasos dados por la Administración autonómica para corregir esta situación: incentivar los seguros agrarios y adelantar el pago de 90 millones de euros en primas ganaderas.

Fruto de esta problemática, el consejero de Agricultura y Medio Ambiente, José Luis Quintana, informó ayer a los integrantes de la Mesa de la Sequía de que los agricultores de la zona regable de las Vegas Bajas del Guadiana, ya pueden utilizar agua para sus cultivos. La Junta ha pedido ese adelanto de riegos al presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, José Ignacio Sánchez Sánchez-Mora, como consecuencia de la escasez de lluvias que padece el campo extremeño, a pesar de que las lluvias de las últimas horas pueden suponer un ligero alivio.

POSICIONES ENCONTRADAS Para UPA-UCE, la situación de excepcionalidad por la que atraviesa el campo extremeño obliga a adoptar medidas urgentes, como ya ocurriera con las heladas del invierno. Ignacio Huertas, secretario regional de la organización, planteó la necesidad de convocar la mesa nacional en la que estudiar ayudas directivas moduladas y diferenciadas para paliar las pérdidas fundamentalmente de los ganadores.

El secretario general del Ministerio de Agricultura, Fernando Moraleda, señaló la pasada semana en Extremadura que el Gobierno español aplicará "rigurosamente" la normativa comunitaria sobre ayudas directas, lo que impide la concesión de las mismas. Moraleda apoyó las medidas del Gobierno extremeño y recalcó que España dispone de un buen sistema de seguros agrarios, como vía alternativa.

UPA-UCE no comparte este planteamiento y reivindica además medidas como ayudas directas, exenciones fiscales y de las cuotas a la Seguridad Social, préstamos a cinco años y bajo interés, así como moratorias de las amortizaciones de los créditos oficiales pendientes de pago.

Desde la Organización de Campesinos Extremeños, las medidas básicas deben pasar por el aplazamiento de tres meses de la Seguridad Social o el IBI rústico, además de calificar los préstamos para asegurar campañas futuras como "una cortina de humo para no dejar ver la gravedad de la situación".

Para el presidente de Asaja Extremadura, Angel García, se hace necesaria la creación de la Mesa de la Climatología en la región, como paso previo al debate del problema de la sequía en un órgano nacional. Esta organización se muestra muy crítica con los pasos dados por la Junta. "A ver cuando se cumplen las promesas de Ibarra, ya basta de engaños. Es necesario tener un consejero que no sea hermano de la cofradía del puño cerrado".

En ese sentido, Quintana informó ayer de su petición al Ministerio de Agricultura para que incluya la sequía dentro de la Mesa de Adversidades Climáticas que ya está constituida por el Gobierno central.