La directora general de Desarrollo Rural de la Junta de Extremadura, Ángela León, inicia los procesos de confección de los diagnósticos básicos, el análisis de los últimos programas de los grupos de acción local y las Agendas 21 de cada zona, todo ello con la finalidad de empezar a elaborar los planes de zona para aplicar la Ley de Desarrollo Sostenible en Extremadura.

Según la agencia Europa Press, la primera reunión, correspondiente a la Zona IV: Mancomunidad Tajo-Salor Sierra de San Pedro, se celebró en Casar de Cáceres esta mañana, y en ella se explicó el proceso y la metodología que es aconsejable utilizar para hacer llegar a la Dirección General las propuestas de actuación que desde el territorio se estime conveniente introducir en los Planes de Zona.

También se entregó a los asistentes material de utilidad elaborado al efecto que incluye información relacionada con los rasgos esenciales de la ley, programas, medidas, programación prevista y metodología para la elaboración de los Planes de Zona.

Por la tarde, Ángela León se reunió en Puebla de la Calzada con la Zona VII: Mancomunidad Lácara Sur, Municipios Centro y en semanas sucesivas se procederá a convocar una reunión de trabajo en cada una de las diez zonas rurales extremeñas que faltan por visitar.

La Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural elaborará durante este año los diferentes Planes de Zona Rural y las actuaciones que definirán el Programa de Desarrollo Sostenible 2010-2014, donde quedarán definidas las actuaciones prioritarias a medio y largo plazo de cada una de las doce zonas rurales (seis en la provincia de Badajoz y seis en la de Cáceres) en las que se aplicará la Ley de Desarrollo Sostenible en Extremadura.

Según la directora general, para que la elaboración de los planes de zona resulte efectiva, es preciso incorporar la visión de las principales instituciones y asociaciones involucradas en el desarrollo rural del territorio, de manera especial los grupos de acción local, Mancomunidades, Redex, Fempex y ambas diputaciones, ya que son estas instituciones, junto con su territorio y su base social, quienes "mejor definen las necesidades reales" de su medio rural.