La Agrupación Táctica Española X Extremadura ya está plenamente operativa en Base España de la ciudad kosovar de Istok, tras la llegada, el pasado viernes, de sus últimos 41 miembros en el quinto vuelo previsto para el traslado de todos los efectivos a Kosovo.

Según informaron a Europa Press fuentes del destacamento, los últimos miembros de la agrupación en llegar a Istok fueron recibidos en la explanada de la Base España por el coronel Luis Martín Aragonés, que destacó su satisfacción por disponer ya al completo de su unidad y señaló que "ahora sólo queremos que todo se desarrolle con normalidad para poder cumplir nuestra misión".

Sin embargo, y a pesar de que la unidad no estaba aún al completo, la Agrupación Extremadura lleva ya varios días realizando sus primeras labores en la zona, como son patrullar y controlar las vías de acceso al valle de Osojane, para mantener un ambiente de seguridad que proteja a la comunidad de kosovares serbios que habita en el enclave.

En este sentido, la teniente de ingenieros Carretero Bravo señala que "hay mucho trabajo por hacer; para los dos próximos meses ya tenemos al menos cinco proyectos pero todos estamos motivados y dispuestos a hacerlo lo mejor posible".

Por su parte, el cabo Cerrato González, de la primera compañía, señala que esta es su segunda misión en Kosovo, tras su estancia en 2001, y cuenta que "nuestra misión hoy ha sido proporcionar seguridad en el monasterio ortodoxo de Goriok, que es un punto de interés patrimonial en el que viven siete monjas".

Otras de las misiones de la agrupación española es mantener el control de los pasos fronterizos de Montenegro y Serbia con Kosovo, y para ello, el pasado lunes se realizó un contacto con el ejército serbio en el paso de Radusa, que es el límite de Kosovo con Montenegro, dentro de la zona de responsabilidad española.

Fuentes de la agrupación explican que en este tipo de encuentros se sigue un protocolo en el que participa una patrulla del ejército serbio y otra española en presencia de una comisión internacional. Tras este procedimiento y el intercambio de información, el contacto finalizó con un almuerzo de hermanamiento en el mismo paso fronterizo entre todas las partes participantes.

Los soldados españoles fueron también los encargados el jueves de garantizar la seguridad durante su estancia a un grupo de ocho miembros de la comunidad kosovar serbia que llegaron de Belgrado para visitar sus antiguas viviendas en la zona de Prekale, próxima a la Base España.

Según explica el capitán Talaván Presa, del centro de operaciones de la Agrupación "todas las casas y cementerios que son visitados han sido reconocidos por nuestro equipo de desactivación de explosivos, para detectar la presencia de minas".