El debate sobre la forma en la que los alumnos deben dirigirse a sus profesores no es nueva. hace algo más de un año, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, cuando se encontraba en plena fase de elaboración de la Ley de Autoridad del Profesor, se pronunció a favor de que los alumnos se levanten de sus asientos cuando entren sus maestros en el aula, aprovechando unas declaraciones realizadas en esta misma línea por el presidente francés, Nicolás Sarkozy.

Entonces, en septiembre del 2009, Aguirre fue más allá e incluso anunció como medida la colocación de tarimas en las aulas desde las cuales impartieran sus conocimientos los docentes. Gracias a ellas "los profesores tendrán una visión general de lo que ocurre en la clase", comentó Aguirre.

No obstante, dijo que no regularía por ley el recibimiento a los maestros. Y así fue. La Ley de Autoridad se aprobó en junio de este año sin contemplar ninguna de estas medidas, pero otorgando a los profesores madrileños la consideración de autoridad pública. Ello les permite gozar del principio de veracidad, y les da la posibilidad de adoptar medidas cautelares provisionales contra los alumnos que se salten las normas.