Constantes idas y venidas de coches de la Guardia Civil por las calles y alrededores de la localidad pacense de Alange aventuran que algo pasa. Son las horas previas a la prometida y cumplida visita del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a este municipio de apenas 2.000 habitantes, donde este domingo celebrará la victoria electoral del pasado mes de marzo. La razón de por qué aquí. Muy sencilla. En Alange nació su abuelo, el capitán Lozano, y hace justo un año se comprometió a regresar a este lugar para celebrar ese triunfo en las urnas.

Sus vecinos se mantienen a la expectativa en las horas previas aunque tampoco muestran un excesivo entusiasmo; tal vez porque ya estuvo hace un año en este lugar en una visita fugaz, o quizás porque muchos de ellos no podrán siquiera asistir a la romería que le han preparado en un paraje rodeado de encinas conocido como Las Grijuelas .

Y es que se trata de un acto organizado por el PSOE y, aunque se espera la llegada de miles de personas, se habla de más de 10.000, esa oficialidad hace que afines a este partido sean quienes puedan compartir, si el tiempo lo permite, una jornada de campo con la presencia de Rodríguez Zapatero. Además, este lugar, a unos dos kilómetros de la población, no se caracteriza por la celebración de romerías, sino que es una fiesta preparada a tal efecto, según comentan los vecinos de la población.

Hay algunos, como Antonio Cacenave, que le esperan para poder mostrarle parte de ese pasado, ya que él es el propietario de la casa donde residió su abuelo, situada en el número 24 de la calle Encomienda. Desea que el jefe del Ejecutivo conozca la casa, mostrarle las escrituras de la compra y contarle como le compró la vivienda a su padre por teléfono, según comentaba la mujer de Antonio nada más saberse que Zapatero volvería a Alange.

Lo cierto es que la vivienda en nada se parece a la del abuelo de Zapatero, que fue también residencia de una hermandad de la localidad y acogió la centralita de teléfonos.

Unas casas más arriba, muy cerca del ayuntamiento, Manoli Gordillo atiende a una clienta en su peluquería, y comenta que en el pueblo "no estamos notando nada extraordinario" que pueda alterar la vida normal de sus vecinos por este evento. A unos metros, desde el cuartel de la Guardia Civil la visión es distinta y las medidas de seguridad ya se empiezan a notar.

De ello da fe José Antonio, que trabaja en el bar El Bodegón, propiedad de su hermana. "Esta mañana ya han pasado varios coches de la Guardia Civil por aquí y hay más movimiento del habitual, y están pidiendo documentación a inmigrantes; se notan los preparativos", aclara.

La jornada

Lo cierto es que está previsto que el presidente del Gobierno llegue a Alange en torno a las once de la mañana del domingo, para acercarse primero al ayuntamiento, donde le entregarán un álbum que recogerá la presencia de su familia en Alange desde el año 1700 al 2000. Después paseará por la localidad antes de desplazarse a Las Grijuelas para celebrar esa romería rodeado de miles de incondicionales, entre 10.000 y 15.000 según el propio PSOE.

En el lugar del festejo una máquina apisonadora ha allanado la entrada y el camino a la finca; y los asistentes solo esperan ahora que la amenaza de lluvia no se cumpla.