El aumento de los casos de violencia en el ámbito familiar detectado durante el último año en Extremadura, también es trasladable al ámbito del menor. Según los datos que disponen las fiscalías de menores de la región, las denuncias tramitadas por maltrato a familiares por parte de menores se ha multiplicado por cinco, al pasar de 13 a 64 en sólo un año.

Una situación que "es realmente alarmante y nos ha sorprendido a todos", reconocieron a EL PERIODICO Sonia Gandolfo y Marta Abellán, fiscales responsables de la jurisdicción del menor en Badajoz y Cáceres respectivamente.

Las estadísticas reflejan que la cifra de menores que maltratan a miembros de sus familias "se ha disparado". La prueba, el hecho de que mientras que en el año 2002 la Fiscalía de Menores de Badajoz tramitó tan sólo 4 expedientes por violencia doméstica de menores, el año pasado fueron 44, situación que es similar en Cáceres. Así, la Fiscalía de Menores de la capital cacereña tramitó en el 2002 tan sólo 2 expedientes por casos de maltrato en el ámbito familiar, cifra que el año pasado subió hasta 9 y que este año alcanza ya los 20. Aunque las cantidades pueden resultar insignificantes, las fiscales advierten de que éstas representan una mínima parte de los casos de agresión que se dan en realidad.

Marta Abellán reconoce que las cifras "son alarmantes", pero advierte que el incremento, --aunque no deja de demostrar que son cada vez más los menores que agreden, maltratan o lesionan a miembros de su familia--, se debe también a que ahora son más las madres y padres que se atreven a presentar denunciar contra sus hijos.

"En muchos casos los familiares que han denunciado a un menor por maltrato, en especial cuando la denuncia la ha formulado la madre, después se arrepienten y las retiran, bien porque sienten pena por sus hijos o por miedo". Esta realidad la constatan Abellán y Gandolfo, pero éstas también advierten que antes era más frecuente.

"Ahora los padres se sienten más protegidos y se deciden antes a denunciar a sus hijos y, además, en los casos que son graves, aunque se retire la denuncia, desde la fiscalía se sigue actuando, de oficio, contra el menor que ha cometido un delito de maltrato familiar".

PERFIL Y CAUSAS Las fiscales responsables de las jurisdicciones de menores de Cáceres y Badajoz también han observado que el 99% de los menores que cometen delitos de maltrato en el ámbito familiar son chicos. También, que la mayoría tienen 16 y 17 años, que suelen pertenecer a familias desestructuradas y que en muchas ocasiones interviene el problema de las drogas.

En su opinión, el maltrato familiar por parte de menores se debe, fundamentalmente, a problemas educativos y de desestructuración familiar. "Suelen ser niños que están todo el día en la calle, que no van al colegio y no tienen actividad centrada ni educativa, ni deportiva..., y ambientes familiares totalmente desestructurados o afectados por una separación", dice Abellán.

Por su parte, Sonia Gandolfo matiza que también "la drogadicción aparece en un alto porcentaje de los casos, así como las convivencias insostenibles".

En cuanto a las medidas que se adoptan desde las fiscalías para los menores autores de maltrato citan, como la más usual, la orden de convivencia del niño con un grupo educativo, complementada ésta con un tratamiento psicológico del menor y también con una terapia familiar.

Matizan, no obstante, que en los casos más graves, o en los reincidentes, la medida que se adopta de forma inmediata y provisional es el internamiento en un centro de menores, "pues en estos casos lo primero que es necesario, de forma urgente, es separar al menor de la familia".

De hecho, hay casos tan graves que hacen necesaria una orden de detención. "Cuando el maltrato está demostrado, porque se aportan partes de lesiones, informes de la Guardia Civil, de asistentes sociales..., o cuando existe un riesgo real para las víctimas, se ordena su internamiento".