No fue un calentón del momento ni tampoco una decisión que ya tuviese madurada. Esta no ha sido la gota que ha precipitado los acontecimientos en el Ayuntamiento de Albalá. "Es solo una cuestión de principios". Como anunció el viernes, Jesús Pascual dejará la alcaldía de esta localidad cacereña en los próximos días, tal vez semanas. Ayer, 48 horas después de que los cuatro concejales de su partido (Grupo Independiente por Albalá) aprobaran --pese al voto en contra de Jesús-- en un pleno extraordinario presentar ante el Ministerio de Industria la candidatura del municipio a albergar el futuro almacén español de residuos nucleares, el aún alcalde ratificó su intención: "no puedo seguir al frente de un equipo de Gobierno que va en una dirección contraria a la mía".

Jesús Pascual, médico de profesión, mantiene los argumentos que ya expresó el viernes en el pleno. Por un lado, no percibe garantías de que esta instalación vaya a ser 100% segura para la salud de los habitantes de la zona. Por otro, considera que Extremadura ya cumple, con la central de Almaraz, con la cuota de aportación de tecnología nuclear que se puede exigir a esta región. Y, finalmente, ve incompatible esta forma de pensar con la decisión que han tomado sus compañeros de gobierno. "Es la única razón. Llevo tres legislaturas en el consistorio con este equipo y nunca he tenido un problema. Ahora es solo una cuestión de principios", insiste.

El edil niega que el resto de concejales del Grupo Independiente hayan actuado a sus espaldas. "Yo estaba fuera, de viaje, pero en todo momento el teniente de alcalde me tenía informado. Y por eso decidimos convocar una reunión y un pleno para decidir qué íbamos a hacer", concreta.

La idea de presentar la candidatura surgió a mitad de semana, por unas llamadas de una persona que se identificó como trabajador de la Agencia EFE. "Antes de eso no nos habíamos planteado nada. Ni habíamos comentado la posibilidad de. La última vez que hablamos de esto fue hace cinco o seis años, cuando se dijo que Enresa podía estar estudiando situar un cementerio nuclear en Albalá. En aquel momento, desde el ayuntamiento nos opusimos y también todos los pueblos de la mancomunidad, que se pronunciaron firmemente en contra", recuerda.

De momento no ha fijado fecha concreta para su renuncia a la alcaldía, "porque tengo algunos asuntos y reuniones pendientes y, antes de irme, quiero dejarlo cerrado"; pero asegura que estos son sus últimos días al frente del ayuntamiento de la única localidad extremeña que aspirará a acoger el almacén nuclear.