Que el toreo extremeño ha alcanzado la mayoría de edad es algo indiscutible, por la cantidad, pero, sobre todo, por la calidad de los toreros con los que hoy cuenta Extremadura. Un ejemplo es Alejandro Talavante, un joven de 19 años, natural de Badajoz, de quien puede decirse que tiene el toreo a sus pies. El pasado domingo cortó en Las Ventas dos orejas a Burganero, del Puerto de San Lorenzo, tras una faena vivida por el público madrileño con una gran intensidad, lo que hizo que la plaza de la capital de España se rindiera a la pureza de su toreo. El 8 de abril de 2007 pasará ya a la historia del toreo extremeño y a la de Alejandro Talavante, un diestro de la región que está llamado a marcar toda una época.

--¿Cómo vivió las horas previas a la corrida de Madrid?

--Pues con mucha tensión, y para descargarla me fui con un amigo a unos billares a jugar al futbolín. Después me fui a pasear al Retiro y pensé en retirarme en ese mismo momento. Lo pasé mal por la responsabilidad. Después regresé al hotel y comencé a vestirme.

--Con un traje blanco y oro, y a Las Ventas...

--Sí. Llegué a la plaza y en el patio de caballos seguía esa tensión, que no me la liberé hasta pisar la arena. Entonces ya me relajé, lo que uno se puede relajar en esas situaciones.

--Pero la gente estaba con usted. ¿Lo notó?

--Perfectamente. Vi a la gente a gusto y con ganas de verme torear. Y yo me encontraba muy predispuesto a dar lo mejor de mí.

--Y salió el toro de la confirmación, de nombre Mariposino.

--Fue un toro noble pero le faltó transmisión. Si le hubiera matado a la primera tal vez le habría cortado la oreja.

--Y en sexto lugar salió Burganoso.

--Fue un toro muy serio y, por lo que hizo de salida y en banderillas, la gente no daba nada por la faena. Se fue el toro a los chiqueros y de allí lo saqué. Se me vino cruzado, como a por mí, pero obedeció al toque. Y ahí me dije: "Ay amigo, te vas a enterar de la faena que te voy a hacer".

--Y se la hizo-

--Sí. Tragué mucho porque el toro se fue a las tablas y cuando le llevaba por fuera había que arriesgar. Pero le cuajé varias tandas muy importantes y me sentí pleno como hombre y como torero. Noté una gran sensación de libertad.

--La salida a hombros fue clamorosa.

--Pues mira, yo no soy mucho de procesiones, pero aquello me pareció como una procesión, como la del Rocío. Todos me tocaban y querían llevarse un trozo del traje. Parecía que me iban a desnudar. El traje ya no me lo volveré a poner, no lo voy a lavar y se lo regalaré a alguien que sea muy importante para mí.

--La retransmisión en directo de la corrida posibilitó que muchos extremeños pudieran vibrar con usted.

--Extremadura es mi tierra y yo la llevo en el corazón. Me acuerdo mucho de ella, de los buenos aficionados que en ella hay, de los toros de Extremadura. Me siento orgulloso de ser extremeño y quiero que la gente me identifique como tal. Yo llevo a gala el ser extremeño y me satisface que en Extremadura me consideren y aprecien la grandeza de Talavante. Extremadura y los extremeños a mí siempre me van a tener.

--Cambiando de tercio, un día me aseguró con gran seguridad que sería figura del toreo...

--Pues sí, lo recuerdo, fue en La Roca de la Sierra tras tentar en Zalduendo. Pero lo difícil no es decirlo, sino hacerlo, y yo lo he cumplido. Sé que he seguido un camino meteórico, porque cuando le dije eso fue hace un año. Sé que he llegado a la cima en tiempo récord. Pero yo me sentía y me siento preparado, como el domingo notaba que estaba preparado para abrir la puerta grande.

--Poco tiempo después de aquella afirmación llegó su primera tarde clamorosa en Madrid, el pasado año como novillero, y de aquella a hoy solo han pasado diez meses.

--Pero han cambiado muchas cosas. Yo mismo he cambiado para bien. He trabajado mucho por mejorar. Hoy me veo mucho más maduro y creo que he dado la talla. Este mismo año, sin ir más lejos, he tenido un comienzo muy bueno, saliendo a hombros en Olivenza, poco después en Valencia, donde hice una faena muy importante, y el día 8 en Madrid.

¿Cómo se lleva esa responsabilidad?

--Pues siendo muy hombre y sin complejos. Siento que tengo una muy buena autoestima y me doy cuenta de que llego a los aficionados. Así que noto que tengo alma de grande y que, cuando otros tienen el agua al cuello, a mí me llega a los tobillos.

--¿Cómo se presenta la temporada?

--Pues si antes se presentaba muy bien, desde el domingo en Madrid aún mejor. Creo que lo mejor está por llegar y que ésta va a ser para mí una gran temporada.