Ecologistas en Acción de Extremadura denunció ayer que el futuro proyecto minero de Aguablanca en Monesterio, que se ubica en pleno corazón de Sierra Morena, afectará gravemente la calidad de las aguas del río Ribera del Cala, que actualmente se utilizan para consumo humano.

Este proyecto promovido por la empresa Narcea Gold Mines S. A., que pretende llevar a cabo la explotación de la mina Aguablanca para la extracción de níquel, se situará junto al río Ribera del Cala.

"Es similar al de Boliden en Aznalcóllar, con una balsa minera para la recogida de lodos mineros, una planta de tratamiento del mineral y una Corta minera a cielo abierto de 23 hectáreas, además de una escombrera de 110 hectáreas".

Este nuevo proyecto minero generará vertidos con alta carga de metales tóxicos y peligrosos como cadmio, arsénico, zinc y mercurio entre otros.

En la actualidad, Aguablanca tiene otorgada la declaración de impacto ambiental por parte del Ministerio de Medio Ambiente. Sin embargo, la Confederación Hidrográfica del Gudalquivir lo ha rechazado. Ante la situación, Ecologistas en Acción exigen a este organismo que aplique la ley de aguas que prohíbe el vertido en ríos regulados para el consumo humano.

El río Cala está actualmente regulado para abastecimiento urbano a través de dos pantanos que se ubican en su cuenca, que además suministran agua a Sevilla y a su área metropolitana.