Las labores de inspección y mantenimiento que se vienen realizando en la Central Nuclear de Almaraz, que se mantiene sin actividad desde el pasado 20 de abril, han detectado una serie de "indicaciones" en los tubos de los generadores de vapor que han provocado que el periodo inicial de parada se haya prolongado durante dos semanas.

En concreto, se está procediendo a tapar una reducida parte de los más de 15.000 tubos de este tipo que contienen los tres generadores de vapor. Fuentes de la central cifran en un 0,3% del total de estos conductos los que van a ser neutralizados para evitar posibles fugas de agua radiactiva, puesto que por ellos circula el agua caliente a presión del circuito primario.

Desde la planta nuclear han negado que esta intervención suponga un "grave problema de corrosión" de los generadores, como advirtieron en un comunicado conjunto las organizaciones Greenpeace y Ecologistas en Acción, una afirmación que las mismas fuentes de la central califican como una "barbaridad". De hecho, desde el Consejo de Seguridad Nuclear aseguran que no han recibido ninguna notificación desde Almaraz por lo ocurrido, puesto que la inspección y las labores de mantenimiento realizada no han supuesto ningún peligro para el buen funcionamiento de la planta.

Una vez que acabado el protocolo en marcha, la central tiene previsto reanudar su actividad a finales de la primera semana de junio, según las estimaciones actuales, y se espera que, dada la situación en la que se encuentra la planta, no se produzca ninguna interrupción durante el ciclo que está a punto de comenzar, que dura de 18 meses.