«No es solo la visión económica. Hay que ir más allá, por ejemplo, el entorno natural», expresó ayer la profesora de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid Coro Chasco en la presentación del Atlas Socioeconómico de Extremadura 2017, cuya principal conclusión, grosso modo, es que Almaraz (con un índice de 141 y una central nuclear) es el municipio de la región con mayor bienestar social, o lo que es lo mismo, donde mejor se vive. Continúan la lista por orden Cáceres y la localidad pacense de Villar de Rena. En el otro extremo se sitúa Carrascalejo (índice de 67,9), seguida de Campillo de Deleitosa y Marchagaz, las tres en la provincia cacereña. El resultado se calcula en torno a siete variables: nivel socioeconómico, salud, empleo, oferta de servicios, accesibilidad, participación social y entorno natural.

La nueva edición de este informe editado por el Ejecutivo regional fue dado a conocer ayer Mérida en presencia del secretario de Economía y Comercio de la Junta, Antonio Ruiz, quien definió el estudio como «una gran base de datos» sobre los 383 municipios que hay en Extemadura.

Otra de las conclusiones, por ejemplo, es que dentro de los siete grandes municipios de la región en cuanto al número de población, son Cáceres, Badajoz, Plasencia y Villanueva de la Serena los que disfrutan de un índice de bienestar social un 25% superior a la media.

Y otra más es que, de entre los grandes, excepto Don Benito, que cuenta con una especialización muy fuerte en el sector primario, el resto (Badajoz, Cáceres, Mérida, Villanueva, Almendralejo y Plasencia) está más especializado que la media en el sector servicios.