Los directivos de la Central Nuclear de Almaraz solicitarán al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio antes del próximo 8 de junio una prórroga de la vida útil de la planta con el propósito de prolongar su funcionamiento hasta el año 2020, según informó ayer su director, José María Bernaldo de Quirós.

La prórroga concedida por el Gobierno a la central nuclear expira el 8 de junio de 2010, pero es preceptivo solicitar una nueva renovación de su licencia con dos años de antelación. Con este objetivo, el equipo directivo de la planta anunció ayer que invertirá 170 millones de euros durante los años 2008, 2009 y 2010 en "grandes proyectos de modernización de equipos".

Gran parte de la inversión se destinará a la renovación de las máquinas eléctricas de los alternadores de las dos unidades, una operación que costará 60 millones, así como a la sustitución de las turbinas de alta presión, cuyo importe ascenderá a 24 millones. También se procederá a cambiar todas las bombas del circuito convencional con un coste de 12 millones, y a modificar el sistema de refrigeración, cuyo importe será de 20 millones. Con estas inversiones se renovará la práctica totalidad del circuito secundario y la central nuclear sólo mantendrá la vasija del reactor como único componente original desde su entrada en funcionamiento.

"La planta está en la mejor situación que haya estado jamás a nivel de tecnología", afirmó ayer Bernaldo de Quirós a la prensa con motivo de la presentación oficial del balance semestral de la central nuclear.

El director de la planta no ocultó su intención de apurar al máximo las posibilidades de la central. Hace un año ya anunció que se invertirían más de 80 millones de euros hasta 2010 con el fin de "encarar el nuevo decenio con plenas garantías", aunque en aquella fecha cifró en 50 millones, y no en 60, la sustitución completa de los alternadores que llevará a cabo Siemens.

Durante 2007, la producción bruta generada por las dos unidades fue de 15.957 millones de kilowatios/hora y la producción de energía eléctrica ascendió a 15.381 millones de kilowatios/hora. Bernaldo de Quirós calificó como "extraordinario" el factor de operación obtenido, que se situó en el 93,76%.

Especial relevancia tuvo la recarga de combustible de la unidad II realizada del 14 de octubre al 29 de noviembre. El director de la central nuclear la definió como "muy larga y compleja" y sólo comparable a la que tuvo lugar cuando se procedió a la sustitución de los generadores de vapor defectuosos, de diseño Whestinghouse, por otros de tecnología Siemens-Framatome. Durante esta recarga concluyó la implantación del quinto generador diésel, capaz de suministrar energía a cualquiera de las barras de seguridad de la unidad. También se sustituyó un tercio de los 157 elementos combustibles, se cambió el sistema de control del reactor y se inspeccionó la mitad de los tubos de los generadores de vapor.