La Unidad II de la Central Nuclear de Almaraz tuvo que ser desconectada ayer de la red apenas 23 horas después de su puesta en marcha tras la reinstalación del generador diesel que se incendió el pasado 3 de mayo. Según el escueto comunicado de la central, la unidad se paró poco antes de las nueve, cuando se encontraba al 66% de potencia, en proceso de subida de carga, tras ser conectada en la mañana del martes. La nota alude a "una falta eléctrica" en un motor del circuito secundario, que será sustituido "y se espera volver a acoplar la Unidad II a la red eléctrica en el transcurso del día de mañana (por hoy)".

En el parte facilitado por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), algo más explícito, se indica que durante en arranque "se ha producido una fuga de agua que ha originado un cortocircuito". Además, se añade que "de forma simultánea, se ha producido mínima tensión en la barra de salvaguardia (la que controla la actividad del reactor), que ha provocado el arranque de uno de los generadores diesel". Esta nota termina indicando que se están estudiando las causas que han originado el problema para corregirlas.

MERMA EN LA SEGURIDAD

Desde las organizaciones conservacionistas, la reacción no se ha hecho esperar. Así, Pablo Ramos, portavoz en Extremadura de Ecologistas en Acción, aseguró que este incidente, que está siendo analizado por los técnicos de la organización, se ha producido por el incendio de un motor eléctrico imprescindible para la seguridad de la instalación, lo que ha hecho saltar las alarmas de la planta.

Asimismo alertó sobre las "gravísimas consecuencias" que podría haber tenido el suceso si se hubiese dado hace unas semanas, cuando el generador diesel --el que actúa en caso de fallo del motor eléctrico de control de las barras-- estaba estropeado.

Ramos aseguró que lo sucedido demuestra que la decisión del Consejo de Seguridad Nuclear de permitir la puesta en marcha de la Unidad II tras el incidente de mayo "fue muy precipitada", y aseguró que la seguridad general en la central "es muy deficiente, lo que provoca accidentes cada vez más continuados".

Del mismo modo, el portavoz ecologista calificó como "auténtica temeridad" la intención de conectar la unidad de nuevo hoy mismo, y reclamó al CSN que lo impida "hasta que no se analice qué es lo que ha sucedido y se determine si ha habido escapes".

Ramos manifestó que la sucesión de problemas en Almaraz es consecuencia lógica de la antigüedad de la planta y del hecho de que la rentabilidad económica está poco a poco imponiéndose a la seguridad de los extremeños, a lo que se suman cuestiones como que se haya prescindido de una parte importante de los trabajadores, "y las revisiones que antes se hacían cada semestre ahora se realizan cada dos años".

Por ello, el representante de Ecologistas en Acción afirmó que "es hora de que se piense ya en ir clausurando esta central", además de reclamar al gerente de la planta que comparezca en la Asamblea "como se la ha pedido" para explicar por qué se están produciendo tantos fallos.