Iba a ser un examen obligatorio y necesario para superar la ESO, de varias asignaturas, que tenía que celebrarse el mismo día y de la misma forma en toda España y que iba a ser aplicado y corregido por docentes ajenos al centro. Pero finalmente no se parecerá en nada a lo que dice la LOMCE -Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa-. El Ministerio de Educación ha reculado en varias ocasiones en los últimos meses hasta diseñar la prueba alternativa a la temida reválida de 4º de la ESO que más convence a todas las comunidades. Lo hace mientras se sientan a definir un pacto estatal y una nueva ley educación, la octava de la democracia.

Mientras eso sucede, se realizará una evaluación de diagnóstico en 4º de ESO que solo servirá para conocer el nivel educativo de los alumnos al final de la Secundaria. Pero solo de una parte de ellos, porque la puebra que comienza hoy en Extremadura se celebra con carácter muestral, es decir, solo se realiza en 50 centros y se someterán a ella 2.000 alumnos de la región. El Ministerio ha dado la opción a las comunidades de que escojan la forma de desarrollar esta prueba que muchos llaman reválida light o low cost. Todas las autonomías menos Cataluña, Murcia y La Rioja -Madrid se ha inventado un híbrido- harán la prueba de forma muestral aunque el Gobierno era partidario de hacerla a todos los alumnos.

Por competencias

Sea como fuere, Extremadura estrena hoy en 50 institutos esta nueva prueba en la que no hay exámenes de materias -la LOMCE contemplaba hasta siete asignaturas-, sino que se evaluará por competencias basadas en las principales materias, y cuyos resultados no tendrán ningún tipo de consecuencias académicas para los alumnos seleccionados.

La evaluación durará dos días. Hoy se realizarán las pruebas de evaluación correspondientes a la competencia en comunicación lingüística en lengua castellana y la competencia social y cívica (las materias de referencia de esta son Geografía e Historia) durante 60 minutos cada una. Mañana, 31 de mayo, será el turno de medir el grado de adquisición de la competencia en comunicación lingüística en lengua extranjera -no habrá finalmente prueba oral- y el competencia matemática. Los alumnos también tendrán que realizar un cuestionario de contexto para el alumnado, con el fin de conocer también su realidad social.

Las notas obtenidas se expresarán del 1 al 6 y la Secretaría General de Educación elaborará un informe en el que reflejará los resultados gobales. Los centros podrán obtener un informe de sus resultados, pero sin identificación personal del alumno evaluado «con el objeto de analizar los resultados y realizar, en su caso, propuestas para la mejora de los aprendizajes», destaca la instrucción que rige esta evaluación en la comunidad.

Tras esta prueba, el miércoles y jueves, 1 y 2 de junio, se realizará la evaluación final de Primaria, que también será muestral, solo en 50 colegios y 2.000 alumnos de 6º de Primaria y sin efectos académicos. Además, la próxima semana, 6, 7 y 8 de junio se estrenará la nueva Selectividad, ahora llamada EBAU (Evaluación de Bachillarato para el Acceso a la Universidad).