Los buenos expedientes tienen premio. Veinte han sido los alumnos extremeños que han merecido el reconocimiento de la Administración regional por su trayectoria durante el pasado curso, por lo que ayer recibieron los diplomas de los Premios Extraordinarios de Bachillerato y Formación Profesional, que cuentan con una dotación económica de 610 euros.

No es fácil conseguir un galardón así. Para optar a ellos en Bachillerato, los alumnos deben contar con una nota media de 8,75 y superar cuatro pruebas, obteniendo una calificación de al menos cinco puntos en cada una de ellas y una calificación global superior a 32 puntos. Además, el premio se concede por cada mil alumnos o fracción superior a quinientos alumnos matriculados en segundo de Bachillerato.

En el caso de FP, los estudiantes deben contar con una nota media de 8,50 y el jurado tiene en cuenta, además del expediente, otros méritos académicos y profesionales vinculados con los estudios cursados.

Así, la lista de los extraordinarios en Bachillerato está compuesta este año por Pablo Barberá, Ignacio Rodríguez y Dionisio Flores, del Hernández Pacheco de Cáceres; Juan Antonio García, del Cieza de León de Llerena; Azahara Palomeque, del Bárbara de Braganza de Badajoz; Beatriz Palomino, del Emérita Augusta; Irene Pérez, del San José de Villanueva; Angel Izquierdo, del San José de Villafranca; y Esther Montero, del Bioclimático de Badajoz.

En FP, lo recibieron Mariano Paniagua y María de los Angeles Fragoso, de la Laboral de Cáceres; Alvaro Mateos, de Nuestra Señora de Bótoa, Badajoz; Juan José Cano, del Parque de Monfragüe de Plasencia; Pedro Preciado, del Agora de Cáceres; Fernando Barriga, de Educate de Cáceres; Eva María Núñez, del Virgen de Guadalupe de Cáceres; Eva María López, del Torrente Ballester, de Miajadas; Abel Pérez, del Arroyo Arina de Almendralejo; Bernardino Prieto, del Sáenz de Buruaga de Mérida; y María de los Angeles Puñales, del José Manzano, Don Benito.