La Fundación Amancio Ortega va a donar 12,8 millones de euros al Servicio Extremeño de Salud (SES) para la adquisición de cuatro máquinas de radioterapia «de última generación», una para el nuevo hospital de Cáceres y el resto para renovar los equipos de Mérida, Badajoz y Plasencia.

El vicepresidente de la fundación, José Arnau Serra, se desplazó ayer a Mérida para firmar el convenio de colaboración con el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y el consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles. Un acuerdo que se produce después de que el empresario gallego dueño de Inditex se comprometiera el pasado marzo a entregar 320 millones de euros a todas las comunidades autónomas para la lucha contra el cáncer.

Según explicó Vergeles, los nuevos equipos, cuatro aceleradores lineales, se adquirirán mediante concurso público y su instalación se llevará a cabo de forma paulatina para evitar la interrupción de los tratamientos en todas las áreas de salud al mismo tiempo. La previsión es que estén operativos entre los años 2018 y 2019, ya que estas máquinas funcionan emitiendo radiaciones y su instalación requiere de la construcción de búnkeres, además de la autorización del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).

Vergeles agradeció la iniciativa de la Fundación Amancio Ortega, pues la renovación de esta tecnología es «algo que la sanidad pública necesitaba». De hecho, el SES ya había puesto en marcha un plan para la sustitución de los equipos oncológicos de los hospitales extremeños, que en algunos casos se encuentran obsoletos y han superado su vida útil. Ahora, con el «espaldarazo» de la Fundación Amancio Ortega, ese plan podrá ejecutarse «con más celeridad», afirmó el consejero.

Según detalló, los aceleradores permitirán ofrecer tratamientos más precisos, dirigidos y centrados en lo que el enfermo necesita, además de minimizar los efectos secundarios y evitar desplazamientos a otras comunidades.

CALENDARIO / El primero de los cuatro equipos llegará al nuevo hospital de Caceres aproximadamente en noviembre del 2018 y sería la primera máquina de este tipo con la que contaría la sanidad pública cacereña, ya que actualmente en la ciudad estos tratamientos se prestan a través de conciertos con clínicas privadas.

El segundo se instalaría en Badajoz en el primer trimestre del 2019 para sumarse al nuevo que ya ha adquirido la Junta y que está previsto que entre en funcionamiento a mediados del próximo año en el Hospital Infanta Cristina. El tercero de los aceleradores financiados por Amancio Ortega se colocará en el Hospital de Mérida en el primer semestre del 2019 para sustituir a la máquina de radioterapia actual, que ha superado en dos años su vida útil (lleva 12 en funcionamiento) y en los últimos meses se ha averiado en varias ocasiones, lo que ha motivado las quejas de pacientes y familiares e incluso una recogida de firmas. Por último, el acelerador de Plasencia estaría operativo a finales del 2019.

Según recordó ayer el consejero, cada año se detectan en Extremadura 4.500 nuevos casos de cáncer. En el 2016, 3.999 pacientes acuedieron por primera vez a una sesión de radioterapia en la sanidad pública, cifra a la que hay que sumar un total de 22.338 visitas de revisión.