La mayor parte de los jóvenes extremeños consideran el vino como una bebida que fomenta las relaciones sociales y que ayuda a conquistar a las personas de su entorno. Sin embargo, a pesar de que España es un país de cultura mediterránea, con una larga tradición vinícola, sólo un 9% de sus jóvenes dicen ser consumidores habituales, la segunda región, tras Cantabria, donde el consumo es menor en personas de entre 25 y 35 años.

Son datos que vierte el estudio realizado para Vinos de Rioja y su proyecto de difusión de la cultura del vino, Rioja Pasión. Ese escaso interés se demuestra en que el 41% de los jóvenes rechazan esta bebida y el 48% se declaran consumidores circunstanciales.

Además, mientras uno de cada cuatro varones se considera consumidor habitual de vino, la cifra en las mujeres, "mucho más reticentes", es del 16%.

A temprana edad

Sin embargo, el vino no es una excepción en el inicio en la práctica de beber alcohol. Según el estudio, los adolescentes empiezan a consumir esta bebida entre los 15 y los 17 años, en ambos sexos, y los dos principales contextos en los que suele darse esta iniciación son las celebraciones de tipo familiar (43%) y el ámbito de socialización con amigos (35%).

A pesar de todo, el concepto que tienen del vino es positivo, y el 45% creen que elegir el vino adecuado es "una buena forma para conquistar a la gente de su entorno" y el 33% están identificados con su cultura.

Dentro de este estudio, se han analizado otros campos que los encuestados consideran como pasiones, la primera de ellas la de viajar, seguida de la música. El deporte también es una afición destacada, sobre todo el fútbol, por delante del atletismo, la natación, el tenis y el automovilismo.

Otras actividades consideradas como pasiones son las relacionadas con la tecnología y la lectura, elegida por un 7% de los extremeños consultados como su gran pasión.