Nació en: Madrid, en 1953.

Formación: Licenciada en Derecho y especialista en Derecho Laboral.

Cargo: coordinadora del comité jurídico de CC.OO.

Otras funciones: Participó en la Mesa de Diálogo Social, donde se negoció la Ley de Igualdad.

Con 30 años de experiencia en Derecho Laboral, Eva Silván está acostumbrada a demostrar su valía por partida doble: como mujer y profesional. "Siempre notas reticencia. Hay abogados que llegan a ignorarme", comenta. Con esa fuente de inspiración participó en las negociaciones de la Ley de Igualdad y ahora se dedica a explicar sus claves, como hizo en Cáceres la semana pasada.

--Tras lograr y celebrar la Ley de Igualdad, es hora de aplicarla.

--Sí, hemos superado una etapa que también fue difícil, ya que la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales) no era partidaria de introducir las medidas laborales, sobre todo, el permiso de paternidad y los planes de igualdad. De hecho, se retiraron de la mesa de negociación y llegaron a plantear que dichas iniciativas eran un rejón de muerte al diálogo social, aunque no fue así.

--Una vez aprobada la ley, ¿cuáles son ahora los retos?

--Fundamentalmente, que los convenios colectivos incorporen medidas y planes de igualdad.

--Con diferencias según el tamaño de la empresa, ¿no es así?

--La diferencia se basa en que en una empresa con más trabajadores, la organización es más compleja. Todas están obligadas a eliminar las discriminaciones, pero las empresas de menos de 250 trabajadores no necesitan crear un Plan de Igualdad, sino que pueden recurrir a medidas menos organizadas y complejas.

--¿Cuánto tiempo tardarán en ser efectivas esas medidas?

--Será un proceso largo. En los convenios colectivos, la obligación de incorporarlas afecta a todos los que se negocien a partir de la entrada en vigor de la ley.

--Pero pese a que el proceso ya está en marcha, la discriminación positiva aún es polémica.

--No hay ningún problema; siempre intento tranquilizar a los hombres. Se trata de favorecer la igualdad, no de perjudicarles. La ley contempla acciones positivas para hacer reservas en los ascensos en favor de las mujeres, pero partiendo de un requisito imprescindible: la igualdad de méritos. Este es el punto de partida para que opere la preferencia, que además no es obligatoria.

--Mientras, la cifra de directivas sigue siendo mínima.

--Así es, existe un vacío importantísimo. En cualquier estudio, la discriminación de las mujeres en los puestos de responsabilidad es clarísima.

--¿Se agrava el problema en Extremadura, como parece indicar la alta tasa de paro femenino?

--Sí, ya a nivel nacional el paro femenino duplica al masculino. Por supuesto, la situación es más preocupante en Extremadura, pero la desigualdad existe en todas las regiones.