"Prácticamente nací debajo de un cerezo" confiesa, con humor, Angel Prieto, que medio siglo después sigue ahí, al pie del cañón en el sector cerezo extremeño. Desde el 2004 preside la Agrupación de Cooperativas del Jerte, una organización que ha cumplido 25 años y que se ha convertido en una pieza esencial de la economía del norte de la región. "Bueno, realmente la efeméride fue en 2011, pero por diversos motivos organizativos decidimos retrasar los actos conmemorativos al inicio de esta campaña", explica. La agrupación no ha parado de crecer en todo este tiempo y, pese a la crisis, ese sigue siendo su objetivo. De hecho, su reto es llevar la picota extremeña a la mesa de chinos y americanos.

--¿Cómo funcionaba hace 25 o 26 años la Agrupación de Cooperativas del Jerte, que hoy exporta fruta a media Europa?--Desde 1973 había 10 cooperativas unidas en un consorcio. En los inicios, en 1986, las oficinas centrales estaban en Navaconcejo y su misión solo era comercializar la cereza. Se cargaban camiones y se llevaban a las plazas para su venta.

--¿A qué mercados se llegaba?--La integración se produjo porque individualmente no eran capaces de llegar lejos; como mucho a Madrid o a Sevilla. Funcionaban como almacenes. La unión permitió extender el producto por toda España y además hizo posible acabar con la competencia entre las propias cooperativa, que solo servía para hundir los precios.

--¿Cómo era el proceso entonces?--Al principio iba toda la cereza junta. No se separaban los calibres (tamaños) e iban en cajas de 10 kilos. Los cambios han venido por la mayor exigencia de los mercados.

--¿Y cuál ha sido el gran paso de las cooperativas en estos 25 años?--Juntarse. Fue clave. A partir de ahí comenzó a desarrollarse el sector y todo el Jerte. El otro gran paso fue la exportación. Hoy el 40% de la producción de cereza va al extranjero.

--¿Qué habría sido de la cereza y del Jerte sin la Agrupación?--No existiría la cereza del Jerte. No habríamos sido capaces de mantener los mercados ni habríamos podido competir con otros productores. El valle tampoco se habría desarrollado, al no tener capacidad para dar salida a su producción de frutas. Todo fue fruto de la necesidad y de las circunstancias geográficas, con un terreno con mucha pendiente, explotaciones pequeñas y producciones muy costosas. Entonces cada productor sacaba 3.000 o 4.000 kilos al año, en parcelas de una hectárea y media. Ahora hablamos de 15.000 kilos por productor. Es más, hace 25 años, lo que menos había en la zona era cereza; había más aceituna, uva, maíz y otros cereales. El boom llegó con la fusión de las cooperativas.

boom

--Hasta el punto de convertirse en motor económico de la zona.--No solo eso. También culturalmente hemos jugado un papel importante. La Asociación de Desarrollo del Valle del Jerte se fundó con medios aportados por la Agrupación de Cooperativas. Y otros sectores no se sostendrían sin nosotros.

--¿Cuáles son hoy los objetivos?--En los últimos 10 años nuestra producción ha crecido un 25% y la filosofía es seguir creciendo. El mercado es muy competitivo y tenemos que reducir costes, y eso solo lo consigues o recortando a los agricultores o aumentando la producción. Apostamos por la segunda vía, automatizando los sistemas para que el agricultor produzca más cereza y le sea rentable pese al estancamiento de los precios. También estamos diversificamos productos, con higos, castañas o frambuesas.

--Pero, ¿hay mercado?--Sí, si somos capaces de llegar más lejos. Ahora exportamos a buena parte de Europa. Debemos conseguir mantener la cereza en buen estado durante 28 o 30 días. Así lograremos que nuestra cereza llegue a China. Si lo logramos, no habrá problemas para aumentar la producción. Tenemos que llegar a otros continentes.

--Y la crisis, ¿la están notando?--Hasta ahora la hemos esquivado. Pero nunca se sabe.

--¿Tampoco en el empleo?--En lugar de destruir empleo, hemos creado más. Antes, por falta de trabajadores, había dos turnos de 10 ó 11 horas. Una barbaridad. Y hace dos años, por la situación económica, decidimos crear otro más para que trabajase más gente, en jornadas más cortas. Hemos pasado de 600 a 1.000 trabajadores.

--¿Cómo se presenta esta campaña de cerezas?--Parece que va a ser una campaña media. El agua de abril venía bien, pero a partir de ahora hace daño. Esta semana incluso ha caído algo de pedrisco en La Vera. Pero queda mucha campaña, que con el frío y el agua va con 15 días de retraso. La recogida debería haber empezado, pero hasta mediados de mes no habrá cereza en los supermercados.