Angel Sastre, uno de los tres periodistas españoles recientemente liberados tras pasar casi diez meses secuestrado en Siria, defendió ayer el "deber" de informar y denunciar lo que acontece en los escenarios de guerra. El periodista de Don Benito (Badajoz) ofreció una charla en Badajoz, organizada por la Asociación de la Prensa pacense y por la Real Sociedad Económica Amigos del País, en la que habó de su profesión, de su secuestro, cautiverio y posterior liberación.

Sastre explicó que es corresponsal de guerra porque entiende que es labor del periodismo denunciar ciertos escenarios, aunque también reconoció que "disfruta" mucho de lo que hace y que en el fondo "nos va la marcha". El periodista extremeño reconoció que fue un "error" entrar en esta última ocasión en Siria, y que ninguna crónica "merece el sufrimiento causado" a su familia y a él mismo, y que por tanto no volverá a cometer un error de este tipo. Sin embargo, defendió su trabajo y la necesidad de seguir contando lo que sucede en estos escenarios, pues mueren cientos de personas. Sastre, que agradeció la labor del Gobierno central, relató distintos detalles del secuestro, del que fue consciente "a los diez segundos", después de ser interceptados por una furgoneta a la que le obligaron a entrar a punta de arma.

Sobre este asunto, señaló que en ningún momento fue conocedor de que estaba en manos del Frente Al Nusra, filial siria de Al Qaeda, e indicó que nunca fue torturado ni golpeado durante un cautiverio en el que los periodistas estuvieron en diversas casas. También relató como en algunos periodos de su cautiverio se le permitió hacer deporte, e incluso que en los últimos cuatro meses se les ofreció una televisión en la cual podía ver distintas emisoras en inglés. El periodista apuntó que los familiares recibieron algunas "pruebas de vida" durante el cautiverio.

EL PERIODISMO Respecto a su profesión, lamentó la situación de "precariedad" que viven los periodistas de guerra españoles en la actualidad, una circunstancia que en su opinión no es debida a la crisis, y reivindicó unas condiciones económicas acordes al trabajo que se realiza. "Hay que gastar dinero en estas cosas", defendió, al tiempo que subrayó que "se puede hacer periodismo en cualquier lugar", haciendo información local o sobre un conflicto armado. Respecto a la actual situación que vive Siria, explicó que la población se encuentra hoy atrapada en un "túnel sin salida", entre el régimen y las distintas facciones islámicas, y lamentó especialmente la situación de los niños y quienes sufren en los hospitales.