El consejero de Fomento, José Luis Quintana, declaró ayer que la reducción de accidentes que se ha producido en la región es fruto del esfuerzo realizado por la Junta de Extremadura para mejorar la seguridad vial de las carreteras de su competencia. Un trabajo que centrarán ahora en dos aspectos: por un lado, la señalización de los puntos negros y tramos de concentración de accidentes, y en la Inspección Técnica de Vehículos. Extremadura ha experimentado un descenso del 28,26% en el número de fallecidos en el 2008 (fueron 33 en el 2008 y 46 en 2007). Una reducción que fue de un 32,81% en el número de heridos graves y del 12,13% en heridos leves.

Desde que comenzaran en enero las inspecciones obligatorias de los ciclomotores, han detectado dos problemas que son el exceso en los límites de velocidad permitida y que en algunos casos son de hasta el doble, y el exceso de ruido. Recordó que la adquisición de 6 ITV móviles permitirá que todos los vehículos agrícolas y ciclomotores hagan sus revisiones. Anunció que los días 20 y 27 estará en la localidad de Don Benito.

Acerca de la señalización de la peligrosidad de las carreteras, adelantó que el próximo jueves se descubrirán las primeras señales que será la de uno de los dos puntos negros de Extremadura, el acceso al Hospital Comarcal Don Benito-Villanueva donde el pasado año se produjeron 18 accidentes. El otro punto, en Plasencia, registró 3; y en ninguno hubo heridos graves o fallecidos. Recordó que en 2007, el número de puntos negros era de 8.

En la región hay 60 tramos de concentración de accidentes, de los cuales 34 están situados en la provincia de Cáceres y 24 en Badajoz. Sobre las actuaciones previstas para incrementar la seguridad en ellos, dijo que la próxima semana se va a iniciar la señalización de aquellos en los que las actuaciones a llevar a cabo para su supresión necesitan un período superior a 3 meses, "porque conllevan la realización de estudios, la redacción de proyectos o la expropiación de los terrenos".