La organización agraria Apag-Extremadura cifró ayer en más de 444 millones de euros las pérdidas que ha ocasionado la sequía y la enfermedad de la lengua azul en el campo extremeño, por lo que considera "tardías, insuficientes y discriminatorias" las medidas anunciadas esta semana por el Gobierno regional.

En rueda de prensa, el presidente de esta organización, Bibiano Serrano, dio la "bienvenida al club de los preocupados" al presidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, por "acabar de darse cuenta de que tenemos dos grandes problemas, aunque casi con un año de retraso".

Serrano calificó la situación del sector agrícola y ganadero en Extremadura de "crítica" y explicó que desde el pasado mes de octubre hasta ahora "hay muchos agricultores y ganaderos extremeños que han tenido que abandonar" por la situación de ruina de sus explotaciones.

Insistió en que las ayudas para la sequía, que no se cobrarán hasta diciembre del 2005 o enero del 2006, son "muy tardías", además de mostrarse convencido de que los créditos puentes "no los va a solicitar casi nadie porque el sector no está para más créditos".