Si el cinco es el término medio, el umbral que divide el aprobado del suspenso, la Universidad de Extremadura (Uex) tiene la cualidad o el defecto de moverse en la estrecha franja que separa a aquellos que no han hecho los deberes como debían, de quienes los tienen suficientemente bien como para aspirar a un futuro notable. Y es que son muchos los parámetros de los estudios de Eroski y Fundación Conocimiento y Desarrollo en los que la institución extremeña se mueve en márgenes del promedio nacional o justo en el término medio de las diversas clasificaciones.

Por ejemplo, en la Uex hay una media de 13´6 alumnos por cada profesor (la media de las universidades españolas es de 13,7) o, lo que es lo mismo, 24.500 alumnos para 1.862 profesores durante el último curso. Cuenta con un trabajador de Administración y Servicios por cada dos docentes (como en el conjunto de todos los centros universitarios del país) y 430.510 volúmenes en sus bibliotecas (lejos de los 2.700.000 de la Complutense y de los apenas 1.500 de la San Jorge, de la comunidad de Aragón).

Además, prácticamente dos de cada 100 estudiantes de la Uex logran una beca Erasmus o Sócrates para formarse un año fuera de la región (el índice más alto es de la Pompeu Fabra de Barcelona, con un 4,6%), es decir, 397 alumnos durante el último año. Y dispone de casi medio centenar de títulos de postgrado, lo que le deja con una treintena de universidades por encima y otra treintena por debajo en lo que se refiere a número de másters ofertados.