"Aquí estoy yo, soy lesbiana y no pasa nada". Así se dirigió ayer Laura García a los más de 300 asistentes al acto central del Día del Orgullo Gay celebrado en la plaza de San Andrés de Badajoz, donde se subió al escenario para contar que tuvo el valor de abrir un local de ambiente lesbiano, el Boca a Boca, en Pueblonuevo del Guadiana, un municipio con poco más de mil habitantes. "Un bar supertolerante, donde no sólo entran gays y lesbianas". Laura invitó al colectivo homosexual a "dar una patada al armario" con el fin de que "esta fiesta deje pronto de celebrarse".

También gritó desde ese escenario Marcelo Soto, crítico de la revista Cero y uno de los principales activistas del movimiento gay de España, que invitó a los asistentes a corear que "mariconas somos todos".

Los gays y lesbianas de Extremadura se hicieron ayer más visibles en su fiesta anual, en la que hizo de maestro de ceremonia José Antonio Moreno, presentador de El Bimbazo, programa de Canal Extremadura Televisión. Arropados por su bandera arcoiris y apoyados por algunos representantes políticos y sindicales, como el dirigente de CCOO, Julián Carretero, varios concejales socialistas, como Francisco Muñoz o Antonia Márquez, y la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, reivindicaron visibilidad, igualdad y tolerancia, y celebraron los logros conseguidos por el momento.

Sus próximos retos: acabar con la invisibilidad generalizada de las lesbianas y arropar a los homosexuales que viven en el mundo rural extremeño.