Cáceres es para Konstantin Ignatius un lugar perfecto para aprender español. Lleva aquí desde septiembre y ya se desenvuelve bien, a pesar de que no conocía apenas el idioma. Su interés por conocer la gramática castellana, diez horas de clases a la semana y la práctica de español con nativos, hace que ya sea el tercer idioma que habla, además de alemán e inglés. Es de Berlín, la capital alemana, y antes de solicitar una beca Eramus se preguntó: "¿cómo será vivir en una ciudad de menos de 100.000 habitantes en la mitad de una región muy poco poblada?". Y lo está comprobando.

Aunque confiesa que a veces no se entera de nada, le dijeron que aquí "se pronunciaba muy limpio". Lo que le fascina es que "Cáceres es muy viva pero si sales a sus alrededores te espera un paisaje sin casi nada". Se va en junio pero piensa volver para ver si ha cambiado la ciudad y quizás a hacer prácticas como abogado, la carrera que estudia. La región ha ganado un futuro turista más por "la vida y la tranquilidad al mismo tiempo de esta región".

"Es fácil enamorarse"

El caso de las estadounidenses Kami Trevillian, de Virginia, y Emily Smith, de Oklahoma son similares. Vinieron hace dos meses a Cáceres a estudiar español y trabajar con la iglesia evangélica La luz de la vida hasta el verano. Kami vive con una inglesa que se quedó prendida de la ciudad siendo estudiante y decidió venirse a vivir aquí. "Es fácil enamorarse de la cultura, historia y de las personas", dice. Emily también está plenamente integrada, juega en un equipo de baloncesto local, y ya ha visitado Mérida, Plasencia, Badajoz,..., sin embargo, Kami aún no ha querido salir de Cáceres. Los extremeños "me caen bien porque son abiertos y simpáticos", señala.

Rupert Streatfeild se decantó por la región para aprender español porque "la mayoría de los extremeños no hablan inglés y porque me habían dicho que aquí eran más simpáticos que en otras ciudades grandes". Tiene una beca Erasmus y lo que más le gusta es que Extremadura es "más español que otras partes del país". Es de Gales (Reino Unido) y le encanta llegar a todos sitios andando. "Antes de venir no sabía mucho español y aquí ha aprendido bastante, porque puede practicar más español", dice.

De Alemania también son Jasmin Hofman, de Marburg, y Katrin Lisa Hauser, de Hilzingen. Jasmin estudia este año en el campus cacereño y le gusta Cáceres por su amplia oferta cultural "y su ambiente muy español". Dice que si vuelve a España elegiría una ciudad más grande, como Madrid, pero considera que Extremadura es "muy impresionante", con parajes como "un oasis en el desierto". Por su parte, Katrin cursa estudios de maestra de primaria, y vino principalmente a "aprender español y conocer una nueva cultura". Se va en febrero, pero no descarta volver a trabajar. Estos alumnos participan en algunos de los cursos de español ofertados por la universidad de Extremadura y están encantados con sus progresos.

Pero no todos hacen cursos, a Charly Colaert, de Rinxent (Francia), tampoco le hace mucha falta. Habla muy bien español, lo estudia desde los tres años, y cursa Filología Hispánica. Conoce otros rincones de España y se decantó por Cáceres porque le habían dicho que era muy bonito y por la capitalidad 2016. Además, "es fácil hablar con la gente". El ya ha dicho que seguro que vuelve.