Si no camino no puedo hacer una obra de arte", piensa Hamish Fulton. Así que se pone en marcha por cualquier lugar del mundo. Sea Little Big Horn (Estados Unidos), la llanura en que el general Custer murió el 25 de junio de 1875 a manos de indios de diversas tribus, sea Guadalupe (Extremadura), donde Fulton se descalzó y dio 49 pasos con los pies desnudos sobre un suelo empedrado durante una noche de luna llena el pasado enero.

Fulton camina y toma fotografías, escribe textos. Este es el procedimiento de su trabajo artístico, que a partir de hoy se muestra en la exposición El camino. Rutas cortas por la Península Ibérica. 1979-2008 , en el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo de Badajoz.

La Fundación Ortega Muñoz, dedicada a la difusión y preservación de uno de los grandes paisajistas españoles, el extremeño Godofredo Ortega Muñoz, encargó a Fulton este trabajo específico sobre Extremadura, que el artista inglés llevó a cabo entre el 12 de enero y el 1 de febrero de este año.

EL NORTE La muestra del MEIAC también recoge otros trabajos realizados en España. Fulton expuso el pasado septiembre en la galería de Helga de Alvear, en Madrid, sus experiencias en Toledo, ciudad Patrimonio de la Humanidad. Y en enero lo hizo en el Espaivisor de Valencia con imágenes de sus viajes al norte de España.

Según el MEIAC, la exposición muestra las claves de su trabajo y pensamiento: sus imágenes aferradas al paisaje, su visión del camino que queda; los textos descriptivos y escuetos "que adquieren un sentido poético"; la presencia de elementos simbólicos...

Su viaje extremeño comenzó un sábado. Fulton trazó un itinerario que le llevó, entre otros lugares a Jerez de los Caballeros, Alburquerque, Guadalupe, Trujillo, Madroñera, Garciaz, Cañamero y Ojariz de la Vera.

"Compré botellas de agua en gasolineras, me alojé en albergues y comí en bares y restaurantes. No llevé una tienda de campaña ni saco de dormir, así que aproveché para llevarme una mochila muy ligera", cuenta Fulton en una autoentrevista que se recoge en la exposición. "Elegí unirme a la ciudad y a la región --prosigue--, vivir la experiencia de Extremadura a pie. Mi caminata fue muy fácil".

CARRETERAS VACIAS Carreteras secundarias, vacías, con restos de agua en charcos o amenazadas por la tormenta, o iluminadas por el sol, huellas de pisadas en los suelos... "Para mí, --explica Fulton-- las carreteras vacías ponen de relieve la superficie sobre la que se camina. En esta caminata concreta en Extremadura, en el mes de enero, las carreteras estaban a menudo bastante vacías. Por ejemplo, el 21 de enero caminé de Trujillo a Madroñera, luego continué por una pequeña carretera hasta Garciaz, dirigiéndome finalmente a Cañamero para pasar la noche. Esta última carretera, la CC- 129, sobre la que caminé bajo la luz de la luna, tenía muy poco tráfico".

Y en ese recorrido por vías pequeñas, sin apenas vehículos que se cruzaran con él, las únicas personas que salieron a su encuentro eran pastores, "pastores solitarios (supongo que no eran hacendados), un pequeño rebaño de ovejas y dos perros".

IMPORTANCIA CAPITAL También se muestra crítico con el mundo de la automoción. En una sociedad que no puede prescindir de los automóviles, caminar por carreteras se ha vuelto inusual, a pesar de que uno ande por un entorno "normal", así que sus caminatas "son un comentario sobre nuestra sociedad dependiente del coche". De esta manera pone de relieve la naturaleza. "Hacer esto hoy en día es un acto político de una importancia capital".

Las imágenes de Fulton no se presentan solas. Sobre ellas siempre hay algún título, alguna frase, descriptiva o interpretativa. "No ofrezco el alivio del arte sin palabras en un mundo ya aparentemente lleno de palabras, pero las palabras son libres para existir en cualquier tamaño, color, material o idioma: escrito o... hablado".

LA EXPERIENCIA ESPIRITUAL Fulton es pues un artista que camina. "Todo el arte que hago proviene únicamente de caminatas", afirma. "Sin hacer primero una caminata no podría hacer arte: ésta es la regla que me he impuesto a mí mismo".

A través de fotografías, instalaciones, textos y ediciones de libros, el artista pretende transmitir al espectador la experiencia espiritual de sus viajes y caminatas por distintos parajes del planeta (México, Nepal, Australia, India, España-).

Su trabajo con el paisaje se encuentra dentro de la tradición del paisajismo inglés. Su obra ha sido expuesta en museos de todo el mundo. Centros como el Museo Serralves de Oporto, la Tate Britain de Londres o la Bawag Foundation de Viena le han dedicado exposiciones individuales.

Además de la exposición del MEIAC, la Fundación Ortega Muñoz ha editado dos libros: uno dedicado a los recorridos ibéricos del artista (El camino ) y otro a su proyecto extremeño (Río Luna Río ). En ambos casos, son libros de artista, que han sido diseñados por él.

ENCRUCIJADA Fulton nació en Inglaterra en 1946. Fue alumno durante los años 60 de la St. Martins School of Art, de Londres, en la que coincidió con artistas como Richard Long. El propósito de hacer arte sobre la experiencia de caminar fue definiéndose y construyéndose en desde inicios de los años 70, generando una variante de arte conceptual interesada en el paisaje y dando origen a una de las corrientes más innovadoras del arte de la segunda mitad del siglo XX.

Su diferencia con otros artistas del paisaje es que él no interviene sino que lo capta con sus imágenes.

"Para mí --explica-- ésta fue una decisión clara y tajante. Vi la encrucijada en el camino y hacia allí me dirigí. Me propuse ir por ese camino, aunque desde esa posición en el tiempo era incapaz de ver adónde me llevaría".