El arzobispo de Mérida-Badajoz, Antonio Montero cumple el próximo 28 de agosto, día de San Agustín, 75 años y aunque en este puesto la jubilación como tal no existe, será entonces cuando se ponga a disposición del Papa para cesar en el servicio activo de la diócesis. Antonio Montero lo confimó ayer, tras dar a conocer el nombramiento de Amadeo Rodríguez como obispo de Plasencia.

El todavía arzobispo extremeño comentó que él no se puede jubilar, del mismo modo que no hizo oposiciones ni solicitó estar en este cargo, que tiene una "clara temporalidad" cuando se cumplen los 75 años. A partir de la fecha mencionada, el primer arzobispo que ha tenido esta archidiócesis, estará "no disponible forzoso", después de 35 años de servicio episcopal y 53 de servicio sacerdotal.

LEER Y PASEAR

Antonio Montero llegará a este momento "con la ilusión de ser persona más que personaje, cultivar a mis amigos, leer y pasear más, rezar más y acudir a Su llamada cuando El quiera".

Para el arzobispo, lo más sencillo de esta nueva situación que se acerca es que "como te llamaron, te viniste y cuando te digan que te vas, te vas". Montero añadió que "como todo hijo de vecino, tengo mi corazoncito". Como los obispos no se jubilan, pasan a ser obispos eméritos, circunstancia que al arzobispo le sirvió para comentar en tono de broma, que en él concurrirá la circunstanncia de ser "emérito emeritense".