El presidente de Asaja Extremadura, Angel García Blanco, aseguró ayer que en lo que va de campaña la administración de la vacuna contra la lengua azul en Extremadura ha causado la muerte a 18.000 ovejas. Este responsable agrario señaló que según un estudio en el que se ha controlado a 18 explotaciones vacunadas con una cabaña total de 8.316 cabezas y dentro de los cuatro días posteriores a la vacunación de la lengua azul han muerto por "causas desconocidas", 663 ovejas.

Esta cifra representa casi el 8 por mil de la cabaña extremeña, "lo que supondrá para nuestra región una mortalidad de 25.000 ovejas de carne y casi 1.250 de leche", aseveró García al tiempo que añadió que esto supondría unas pérdidas de 2,5 millones de euros al sector ganadero y de casi 35 millones de euros en el caso de los 700.000 corderos que no llegarán a nacer al administrarle la vacuna a madres gestantes.

García recordó que el pasado mes de febrero Asaja Extremadura remitió a la Consejería de Agricultura un escrito poniendo en conocimiento las quejas de los ganaderos, en la mayor parte de los casos contrastadas con los veterinarios, acerca de los "graves problemas que se están planteando como consecuencia de la mala administración de la vacuna contra la lengua azul". Además, criticó también "el estrés permanente" al que la Administración tienesometidos los rebaños ya que algunos han pasado "hasta cinco veces" por las mangas de vacunación, lo cual puede ser un factor coadyuvante de estos problemas.

La Junta de Extremadura respondió a estas declaraciones de Asaja asegurando que las incidencias que le han sido comunicadas por parte de los ganaderos alcanzan solo al 0,06% de los animales a los que se les ha aplicado la vacuna en la región, con lo que el número de cabezas afectadas rondaría las 2.500. La Administración regional recordó ayer en un comunicado que la vacunación contra la lengua azul es "el único método eficaz para el control de esta enfermedad".