El presidente de Asaja de Extremadura, Angel García Blanco, manifestó ayer que las previsiones económicas para el campo de la región son "muy negras" para el 2004 y pidió al presidente de la Junta, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, que trabaje unido con el Gobierno.

García Blanco se refirió, sobre todo, al cultivo del tabaco, cuya reforma de la OCM "puede traer graves consecuencias no sólo a los agricultores sino a toda la economía extremeña, y creemos que Rodríguez Ibarra está cometiendo un grave error al tratar de defender este sector con posturas radicales y de enfrentamiento con el Gobierno central", informa Efe.

En su opinión, lo más conveniente sería estar "codo con codo con el ministro de Agricultura" para tratar de sacar adelante una reforma que, al menos, permita mantener el cultivo, pero, "quizás por los disputados votos de las elecciones, asistiremos a la desaparición de este sector tan importante para la región".

La reforma de la OCM del aceite también perjudicará a la región puesto que "no se ha tenido en cuenta el carácter medioambiental y marginal de nuestras producciones, y, por el contrario, se favorecerá al olivar andaluz, de mayores producciones pero en manos de las multinacionales", valoró García Blanco.

Por otra parte, indicó que el desacoplamiento de las ayudas, es decir, que éstas sean independientes de que se produzca o no, llevará al abandono de muchas explotaciones agrarias y ganaderas.

La entrada en vigor de la nueva ley de arrendamientos rústicos contribuirá a ese abandono, dijo García Blanco, y a ello se suman las modificaciones de la normativa de los enterramientos para ovino y caprino.

El presidente de Asaja señaló que la orografía de la región hace muy difícil el cumplimiento de la normativa, que exige llevar a los animales muertos a un horno crematorio, ya que "muchos se pierden en los riberos".