La Asamblea aprobó ayer, por fin y tras meses de intensos trabajos, la reforma de un nuevo Estatuto de autonomía para "todos los extremeños". El de ayer fue un día importante, un día "de puesta de largo" para Extremadura, en el que salió adelante la norma básica que rige la convivencia económica, social y política de la Comunidad.

La reforma de esta ley orgánica, "de máximo rango" tal y como la calificó el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, en su intervención, fue aprobada por unanimidad de la Cámara en un pleno cuyo punto único versó sobre el texto estatutario y su perspectiva de "futuro" y "modernidad".

La sesión plenaria también tuvo como cometido aprobar la delegación encargada de defender la totalidad de la ley en el Congreso de los Diputados. Allí, el presidente de la Junta, el presidente del PP regional, José Antonio Monago y el portavoz del PSOE para la reforma, Ignacio Sánchez Amor, serán los encargados de exponer la norma. Como suplentes a la delegación fueron designados también Manuel Barroso, del PP y Francisco Torres, del PSOE.

CONSENSO La ley es fruto del "consenso" y del "acuerdo" así como de las "renuncias políticas" que ambos partidos han concedido para diseñarla y en la que "todos los extremeños" están reflejados. Aspectos que coincidieron en destacar los cuatro intervinientes, ayer en la tribuna parlamentaria.

Fernández Vara, quien cerró el debate, expresó su satisfacción por el trabajo realizado y por la Extremadura que ahora se perfila. "Nosotros somos como somos, como fuimos y como seremos... y desde ese ser, hemos hecho una cosa --el Estatuto-- de la que me siento muy orgulloso".

Vara ratificó que lo "importante es lo que la ley pueda decir para los ciudadanos, para su vida y su desarrollo y ese es el marco de la convivencia". Subrayó que se ha hecho "desde abajo", contando con la participación de todo el que ha querido, y sin que nadie pueda "calificar de que se ha impuesto".

El presidente resaltó que el reto ahora es otorgar mayor la importancia a lo local, nombró su "especialísimo interés en que el papel de la Cámara adquiera toda su relevancia" y apuntó que "la grandeza" del esta reforma reside en que "permite a los socialistas hacer su política, y a los conservadores, también la suya, llegado el momento".

UNA NORMA PARA TODOS En este sentido, Monago coincidió con el presidente regional. El popular recalcó que este Estatuto es para "todos los extremeños" y por ello, aseveró: "puede gobernar usted señor Vara, pero también yo, y cualquier extremeño podrá hacerlo". Además, dijo que tiene "criterio propio" pero que no "fuerza la Constitución".

Satisfecho por el resultado, Monago también recordó la discordancia entorno al asunto del agua. "En unos minutos resolvimos un punto estratégico para garantizar durante décadas las necesidades hídricas" reflexionó.

Además, explicó la necesidad de la reforma debido a los cambios sociales y económicos actuales y es por ello que la nueva mira al "futuro", elimina los estereotipos y "abre la región al mundo y a Portugal".

En su intervención, el socialista Sánchez Amor describió la norma como un texto "sintético de una Extremadura sin complejos", que ratifica los poderes de la Constitución y es más cercano. A su juicio, el socialista consideró que "el hecho de que no contenga una carta de derechos es una opción política".

Por su parte, Manuel Barroso también destacó la lealtad a la Constitución y que prevé la "regulación de los poderes públicos regionales para el impulso de crecimiento demográfico" y que es "la más municipalista".

Por último, el presidente de la Asamblea, Juan Ramón Ferreira, consideró que esta nueva norma "refleja la consolidación de nuestra autonomía", cuyo rasgo es "el respeto a los estatutos del resto de comunidades" y su finalidad, "mejorar la calidad de vida de los extremeños".