Los 160 consejeros generales que componen la asamblea general de Caja Extremadura decidirán hoy si ratifican o no la integración de esta entidad de crédito en un Sistema Institucional de Protección (SIP) junto a CajAstur, la CAM y Caja Cantabria. Para que la fusión fría salga adelante debe ser respaldada al menos por dos terceras partes de los votantes, una proporción que, salvo sorpresa mayúscula, se alcanzará esta tarde. La asamblea comenzará a las cinco y media (a las seis si es en segunda convocatoria).

La aprobación del SIP por las asambleas de las cuatro cajas es el último paso para que, oficialmente, esta nueva entidad eche a andar, constituyéndose así el tercer grupo de cajas de España por volumen de activos, con unos 135.000 millones de euros, y la quinta mayor firma financiera del país.

La integración será rechazada previsiblemente al menos por cinco de los ocho representantes de los trabajadores, los pertenecientes a Csica y UGT. El secretario general de Csica en Caja Extremadura, Miguel Angel Rodríguez Castellano, argumentó ayer su decisión en que el acuerdo laboral de garantías mínimas aprobado el pasado día 17 y que servirá para regular las condiciones laborales en la futura entidad es "ambiguo" y "una mera declaración de intenciones", que "no obliga en nada a la patronal". "No se ha adquirido ningún compromiso serio con respecto a los derechos de los trabajadores", concluyó.

´NO´ INICIAL EN UGT Por su parte, Jesús Muñoz, secretario general de la sección sindical de UGT en Caja Extremadura, avanzó que la intención de sus tres representantes era votar no a la integración, porque continúan sin tener "datos suficientes" sobre este proceso. En esta línea, aseguró que las dos mayores inquietudes son que pueda haber despidos y que se "vacíen los servicios centrales de Cáceres y Plasencia" y agregó que, a menos que durante la asamblea se den "garantías suficientes" acerca del futuro de los trabajadores, el sentido de su voto será negativo. Muñoz desvinculó el rechazo al SIP del acuerdo laboral, que sí fue suscrito por este sindicato. "A nosotros siguen sin gustarnos los SIP pero, una vez que la batalla por la naturaleza jurídica de las cajas ya se ha perdido, no nos queda más remedio que empezar a negociar", arguyó.

La primera de las cuatro cajas en dar luz verde al SIP ha sido CajAstur, que el pasado miércoles ratificó esta alianza con un respaldo del 93%, mientras que la CAM también ha convocado para hoy su asamblea. Ha sido precisamente en la caja levantina donde más oposición ha encontrado este proceso de integración, especialmente entre los sindicatos, pero también aquí las previsiones son favorables al . Incluso, el secretario general de SICAM (formación mayoritaria en esta caja, y que tiene impugnada la mesa de negociación laboral), Manuel Navarro, explicaba ayer que la voluntad de este sindicato era votar no a la integración, pero que en el caso de que peligrase alcanzar la mayoría necesaria de dos tercios se "plantearán" apoyarla. Navarro arguyó que, de no materializarse la unión, "la CAM no tendrá acceso al dinero del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), lo que es una desventaja a nivel competitivo y puede suponer a corto plazo la intervención del Banco de España". Caja Cantabria será, mañana sábado, la última entidad en someter el SIP a votación en su asamblea.