La presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, decidió ayer retirar de forma unilateral la propuesta de reforma del Reglamento de la Cámara regional de la tramitación parlamentaria, al constatar que no hay «unanimidad» para su aprobación por parte de los grupos parlamentarios, que han estado trabajando sobre ello desde el inicio de la legislatura. Para que saliera adelante la reforma sería necesaria una mayoría absoluta en la votación, pero Martín se mostró tajante: «Si no hay un consenso para que todos estemos de acuerdo en esa reforma del reglamento, no tiene ningún sentido que salga adelante».

La presidenta recordó que en la Comisión del pasado día 10 el dictamen de la reforma del reglamento solo contó con los votos a favor de PSOE y Ciudadanos, mientras que PP y Podemos se abstuvieron. En este sentido, destacó que en toda la historia de la Asamblea, las reformas del Reglamento han salido por unanimidad, salvo en 2015 cuando gobernaba el PP, que fue pactada con IU sin el apoyo del PSOE. Tras la decisión de Martín, que fue anunciada ayer a los grupos en Junta de Portavoces, la propuesta se retira del orden del día del pleno que se celebrará mañana.

Martín considera que ya no hay tiempo material para que cualquier otro grupo impulse una nueva reforma del reglamento y que esta pueda aprobarse antes de las próximas elecciones. De esta forma, la Asamblea seguirá funcionando en lo que resta de legislatura con las normas vigentes.

En este sentido, la presidenta apuntó que quedan sin efecto todas las enmiendas que habían sido aprobadas en comisión, como la que iba a permitir que los diputados cobraran una indemnización cuando abandonaran su escaño. También se contemplaban una nueva ordenación del Debate sobre el Estado de la Región, para que pasara de dos a tres días, y de las mociones de censura, entre otras cuestiones.

LAS REACCIONES // Los grupos parlamentarios del PP y de Podemos tildaron ayer de incomprensible la decisión de Martín. La portavoz del PP, Cristina Teniente, afirmó que la postura tomada por la presidenta «está fuera de lugar», ya que el PSOE tiene mayoría suficiente para sacar la reforma, al tiempo que se preguntó por qué los socialistas no han apoyado algunas de sus iniciativas si querían unanimidad. «Hemos perdido el tiempo todos», subrayó.

Para el portavoz de Podemos, Álvaro Jaén, esta decisión supone un «auténtico escándalo», ya que implica dar un «cerrojazo» a la reforma y «hurtar del debate parlamentario» su contenido para que «la gente no pueda saber» lo que defiende cada grupo. El portavoz del PSOE, Valentín García, subrayó que el PSOE siempre, incluso cuando tenía mayoría absoluta, «ha defendido que la reforma del reglamento de la cámara debe hacerse por consensos».

La portavoz de Cs, Victoria Domínguez, reconoció que su grupo iba a abstener en la votación final, por no haberse aceptado enmiendas que consideraban importantes. El diputado Juan Antonio Morales se mostró satisfecho y criticó que los grupos pretendían que un parlamentario pudiera cobrar hasta 40.000 euros de indemnización cuando dejara de serlo.