Al hablar de la riqueza patrimonial, cultural y artística de la Asamblea de Extremadura hay que empezar por los cimientos: el propio edificio.

Originalmente el Hospital fue una fundación nacida en 1503 con el nombre de Hospital de Nuestra de Santa María regida por personal civil del municipio de Mérida; hecho novedoso ya que en el siglo XVI era prácticamente impensable una institución benéfica que no estuviera adscrita a una Orden Religiosa, explica Manuel Candalija, del servicio general de secretaría de la institución.

Patio Noble

Como edificio, se construyó alrededor de dos pozos y el original patio-atrio se consolidó sobre una estructura de arcadas sobre pilastras, que con alguno retoques, es la que aún se conserva hoy día y que se conoce como el Patio Noble de la Asamblea.

A partir de 1550 el hospital mejora su situación con la instalación de la primeras camas, un siglo más tarde la Orden Hospitalario San Juan de Dios se hace cargo del mismo y se construye por entonces su capilla ermita de planta octogonal. Sin embargo, en la entrada del siglo XIX, las guerra de la independencia causó estragos y un daño irreparable, lo que dilapidó la evolución del centro sanitario hasta su cierre en 1979.

Con la entrada del periodo democrático comenzó la otra historia del edificio. Así, el hospital fue elegido de común acuerdo para albergar la sede de la Asamblea. A partir de entonces se acometería la rehabilitación de la iglesia para recoger el antiguo hemiciclo. Este funcionó hasta el 2003 fecha en la que se inauguró el "nuevo hemiciclo de la Asamblea siendo Presidente de la Cámara don Manuel Veiga López" y el cual está coronado por un mosaico romano del siglo V d.c indica Candalija.

Este nuevo espacio fue equipado con unos medios técnicos inmensamente más avanzados, presta un servicio más eficaz a los tiempos que corren. En cuanto al viejo hemiciclo, la Cámara ha diseñado un nuevo proyecto para el mismo que se convertirá posiblemente en un salón multiuso más adelante.

El mosaico del hemiciclo

El Mosaico que esta ubicado en la cabecera del Salón de Plenos data de finales del siglo VI y principios del V. Fue encontrado en 1978 en las proximidades del teatro romano de Mérida y en el 2002 se colocó en el lugar que hoy ocupa. Este mosaico de grandes dimensiones (9,98 metros por 6,96 metros), se trata de un oecus tricliniu ; es decir, un salón comedor actual. Tras su restauración fue recubierto por una capa de cera o película para su conservación. Su valor oscila entro los 420.000 hasta los 600.000 euros.

En cuanto al motivo que representa, este alfombra romana alberga en el centro la figura de un jabalí. Es aquí donde las teselas son más pequeñas, lo que facilita la minuciosidad en el detalle de las escenas representadas. También aparece posiblemente dibujadas la figura de un perro, un ciervo e incluso una figura humana.

Patrimonio escultórico

Además, y paralelamente al desarrollo del edificio como continente de "la casa de todos los extremeños", cabe resaltar su continente artístico y cultural. Dentro del patrimonio del Parlamento extremeño destacan las adquisiciones escultóricas que la institución realizó en la década de los noventa. Así, trabajos y propuestas realizadas por los artistas Enrique Pérez Comendador, María José Expósito Collado, Soledad Galiardo, Isabel Torrado Giraldo, Francisco Cintero, o figuras de la talla de Juan de Avalos o Pedro Torre Isunza, residen en las estancias del Parlamento.

Cabe destacar el busto de la figura del Rey Don Juan Carlos I, realizado en piedra por Juan de Avalos en 1986, así como la escultura bautizada como Ascensión: fortaleza de Extremadura de Miguel Sansón.

Una escultura de hierro y aluminio ideada y esculpida por el artista extremeño que preside la plaza del Parlamento regional como conmemoración del XXV Aniversario de la Asamblea y del Estatuto de Autonomía. La figura fue inaugurada por los presidentes de la Junta, Guillermo Fernández Vara, y de la Asamblea, Juan Ramón Ferreira el 21 de mayo de 2008.

La combinación de formas y materiales en la escultura no ha sido forjada de forma caprichosa explicó el día del aniversario Juan Ramón Ferreira sino que "cada elemento simboliza el reconocimiento a quienes han hecho posible la Extremadura actual".

Cuatro brazos de hierro que parten del suelo y se entrelazan en su camino hacia el cielo lanzan en su recorrido cuatro mensajes y deseos del autor para el futuro de Extremadura.