Rafael Robles García, el hombre que asaltó a un padre y su hija en Plasencia y mató a un hombre en Badajoz, y que murió el viernes en una finca en Plasencia, también asesinó a un joven de 28 años en Cazalegas (Toledo), según han confirmado las pruebas de balística realizadas por la Guardia Civil.

Robles era el principal sospechoso de la muerte por varios disparos del joven toledano, ya que ocurrió el día 31 y justo un día después, el 1, apareció calcinado su coche en las cercanías del río Guadiana y el puente Real, en Badajoz. A su vez, el día 6, aparecía muerto un vecino de la capital pacense, un hombre de 56 años, de un disparo de pistola en la cabeza.

Realizadas ya las pruebas balísticas, los casquillos de bala encontrados donde apareció muerto este hombre coinciden con el arma que acabó con la vida del joven de 28 años que fue hallado muerto en Cazalegas. Además, según las fuentes consultadas por Efe, se trata de una munición nada habitual en España y muy difícil de conseguir.

Robles huyó con el coche de su última víctima hasta Plasencia, donde falleció tras ser detenido y la autopsia determinará si fue por un infarto o de un disparo en el omóplato izquierdo. La autopsia se realizó el sábado en el Instituto de Medicina Legal de Cáceres, pero nada ha trascendido del resultado porque todas las fuentes oficiales apuntaban ayer al secreto del sumario.

Mientras, el secretario regional del PSOE, Guillermo Fernández Vara, dijo ayer que el delegado del Gobierno en la región, Germán López Iglesias, debe asumir "responsabilidades" por la muerte de Robles.

Así lo afirmó en una rueda de prensa en Mérida. Señaló que es "muy respetuoso" con el trabajo de las fueras y cuerpos de seguridad del Estado, pero que "esta región se merece una explicación por lo ocurrido el viernes". Así, subrayó que el delegado del Gobierno "no debe ser neutro" sino "alguien a quien también se le exijan responsabilidades".

En su opinión, "lo que ocurrió el viernes no es aceptable" ya que, añadió, "no se puede decir que una persona ha fallecido de un síncope y, a las tres horas, descubrir que tenía un tiro en la espalda. No puede ser. Es una cadena de errores que termina con el gran error y alguien tiene que asumir la responsabilidad".

Visto el desenlace y la información que se facilitó a lo largo del día, Fernández Vara considera que "las cosas no funcionan y la detención de un presunto asesino no puede ir seguida de la chapuza", tras lo que añadió que exige "la máxima transparencia posible y el mayor rigor en la información".