El presidente de la Asociación Regional de Empresas y Estaciones de Servicio de Extremadura, Casto Bravo, advierte que las ventas de carburantes "van a la baja", con un descenso de entre el 15 y el 20 por ciento desde que comenzara la crisis económica, y que "en dos o tres años esto no va a estar nada claro".

Según recoge la agencia Efe, en su opinión, "el ladrillo y lo que trae el ladrillo y el mármol, etcétera" está "parado prácticamente". "Compañías y empresas que tenían ocho, diez o doce camiones van fletando uno o dos a la semana, o por ahí. Se ha notado sensiblemente".

En cuanto al futuro, Bravo asevera que "en dos o tres años esto no va a estar nada claro, por supuesto. En absoluto". "Estamos en un período un poco de 'impasse'. Todos estamos acostumbrados a apretarnos el cinturón, lo que no sé es hasta qué punto vamos a poder apretarlo porque la película es fea, de miedo".

Por otro lado, las ventas de carburantes durante el puente de la festividad nacional, la de la Virgen del Pilar, aumentan, pero porque en las épocas vacacionales y de puentes festivos aumentan las ventas. Además, añade que "para un poco" el volumen de consumo correspondiente al transporte pesado, pero que "se nota un poco más el del turismo, hay más movimiento de turismos y se notan más las ventas". Sin embargo, considera que "tampoco hay como para tirar cohetes".

En Extremadura existen 270 estaciones de servicio, al margen de los puntos de distribución de cooperativas, que dan empleo a entre 1.500 y 2.000 personas. "Estamos viendo que ya han cerrado, tanto en Cáceres como en Badajoz, entre el uno y el dos por ciento en dos años por inviabilidad económica. Son puestos de trabajo que se van a paseo".