El Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la Central Nuclear de Almaraz (CNA) estará disponible a finales de este año y podrá albergar combustible gastado de cara a la próxima recarga de la Unidad I, prevista en noviembre de 2018.

En dicha recarga, 64 elementos de combustible gastado de la piscina de la Unidad I serán depositados en dos contenedores (32 por cada uno de ellos) que se ubicarán en el ATI, lo que permitirá que nuevos elementos puedan ser introducidos para el funcionamiento de la misma.

Así lo explicó ayer el director de la planta, José María Bernaldo de Quirós, quien presentó el informe de actividad correspondiente a los seis primeros meses del presente año, informa EFE.

A 30 de junio de 2017, la piscina de combustible gastado de la Unidad I es del 90 %, lo que impide acoger los 64 elementos nuevos que se requieren para una nueva recarga. En el caso de la Unidad II, el grado de ocupación es del 87% y su año de saturación está previsto para 2021.

De hecho, la próxima recarga prevista en la Unidad II será en abril del próximo año y su piscina estará aún operativa.

Preguntado por la solicitud de renovación de la licencia de explotación de la CNA, la cual finaliza en 2020, De Quirós explicó que el pasado mes de junio presentaron la documentación preceptiva. A raíz de la modificación introducida por el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) para la reforma del sistema de renovación de las licencias de las centrales nucleares, la CNA puede solicitarla hasta dos meses después de la publicación del Plan de Energía y Clima. Por ello, y según Quirós, la CNA tiene previsto solicitarla a principios de 2019, una vez se conozca el citado plan.

El ATI de Almaraz, cuya construcción supone un desembolso de alrededor de 24 millones de euros, es similar, aunque con algunas particularidades, al construido en la central nuclear José Cabrera, en Zorita de los Canes (Guadalajara). El Almacén Temporal Individualizado, cuyas obras están muy avanzadas y que estará disponible a finales de este año, según apuntó José María Bernaldo de Quirós, se ubica sobre la zona norte de los terrenos de la CNA a partir de un estudio pormenorizado de numerosos factores, tanto geológicos como medioambientales, así como de seguridad.