A lo asistentes habituales a los cementerios para acompañar a sus difuntos se suman, año tras año, más personas que tratan de que no se olvide la ausencia, muchas veces sin tumba, de quienes murieron en la guerra civil y en la posguerra.

En Mérida, unas cien personas se concentraron ayer al mediodía en el exterior del camposanto para recordar a los fusilados durante esos años y pedir al ayuntamiento permiso para construir un monumento en su memoria.

En Don Benito, el responsable local del PCE, Rogelio Barrero, reivindicó "un homenaje del pueblo, la sociedad y las instituciones" a estos fallecidos, que descansan en una fosa común. La petición fue efectuada en el acto anual de ofrenda floral ante el panteón de los fallecidos en la guerra civil. Un acto similar tuvo lugar en Plasencia.