La creación de esta bolsa de viviendas para el alquiler es "imprescindible" para la Admnistración con el fin de cumplir una función social ante la situación de crisis económica que viven aquellas familias con niveles de renta medios y bajos a los que les es difícil acceder en alquiler a una vivienda digna. Esto, unido a los precios que rigen en el mercado de alquiler hace que "en no pocas ocasiones" las familias regresen al hogar de sus progenitores.

En su argumentario, el decreto señala además que pese a que en los últimos años se ha registrado un "significativo" aumento de los desahucios, paradójicamente el número de viviendas deshabitadas en Extremadura no ha parado de crecer. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre 1991 y 2001 se produjo un incremento del 50%, pasando de 69.247 a 103.000 viviendas vacías.

Las últimas estadísticas disponibles señalan que el crecimiento no ha parado en los últimos años, aunque el ritmo ha sido mucho más lento. En el año 2011 --último analizado-- se contabilizaron 105.173 inmuebles vacíos, un 3% que una década antes. Buena parte de estos están ahora en el punto de mira de la Administración que busca, con esta nueva bolsa, captar viviendas desocupadas --de personas físicas o jurídicas-- y ponerlas en alquiler "a un precio de arrendamiento asequible".