La autopsia practicada a la niña rumana de tres años que falleció el domingo en Talarrubias con síntomas de haber sufrido maltrato ha confirmado que su muerte ha sido consecuencia de las "agresiones y lesiones" que sufrió. Así lo indicó ayer la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, quien informó a los medios de comunicación que "la autopsia revela que la niña sufría malos tratos y que tenía lesiones que le han producido la muerte".

Este hecho se daba a conocer por la mañana, mientras que los padres de la pequeña, en dependencias del Cuartel de la Guardia Civil de Talarrubias desde primeras horas de la madrugada del lunes, pasaban a disposición judicial hacia las 17.30 horas --al cierre de esta edición aún se encontraban declarando en el Juzgado de Herrera del Duque, por lo que se desconoce si el juez decretó su ingreso en prisión provisional o su puesta en libertad--.

V. P. y CR. A. G., ambos de 18 años y de nacionalidad rumana, residentes en la localidad pacense de Talarrubias desde hacía poco más de una semana, fueron detenidos la noche del pasado domingo, poco después de acudir con su hija al hospital Siberia-Serena, sito en el mismo municipio de Talarrubias. La pequeña ingresó en el centro hospitalario ya cadáver, y ante la sospecha de que la menor pudiera haber sido víctima de malos tratos, teniendo en cuenta la presencia en su cuerpo de diversas heridas y hematomas, el personal del centro alertó al Servicio de Emergencias 112 y poco después agentes de la Guardia Civil detenían a la pareja.

El matrimonio quedaba retenido en el Cuartel de Talarrubias, mientras su otra hija, de año y medio, era trasladada al centro de menores Pedro Valdivia de Villanueva de la Serena, dependiente de la Junta de Extremadura, y el cuerpo de la pequeña fallecida a Don Benito para practicarle la autopsia.

Durante más de 40 horas, las que duró la investigación policial, los padres, "que apenas hablan castellano", permanecieron en las dependencias del Cuartel de la Guardia Civil de Talarrubias. De ellas tan solo salieron a media tarde del lunes, por separado, esposados y custodiados por agentes de la benemérita, para acudir a su vivienda, donde al parecer los agentes trataron de reconstruir los hechos. Poco ha trascendido de lo declarado ante los agentes encargados de la investigación por la pareja, "que apenas habla castellano", indicaron fuentes cercanas al caso. "Lo único que se puede decir es que no hay confesión", matizaron las mismas fuentes.

ANTE EL JUEZ Concluida la investigación policial, ayer a las 17.30 horas, tras pasar en dependencias de la benemérita desde la madrugada del domingo al lunes, el matrimonio fue puesto a disposición judicial. Fueron trasladados desde el cuartel de Talarrubias hasta el Juzgado de Herrera del Duque, donde, asistidos cada uno por un abogado del turno de guardia de esta localidad y en presencia del fiscal de guardia de la localidad de Villanueva de la Serena, el juez les tomó declaración. Al cierre de esta edición la toma de declaración continuaba, por lo que nada trascendió de esta, ni de la posible decisión judicial.

Aunque la instrucción de esta causa corresponde al Juzgado de Herrera del Duque, de la misma se ha hecho cargo el juez titular del Juzgado de Logrosán, sustituto en estos momentos de la juez titular del de Herrera.