Nos decía Javier Cercas que si él se hubiera quedado en Extremadura habría sido un señorito, no un escritor. ¿Y usted...?

Mis padres me educaron en la reacción contra el señoritismo y a favor de la igualdad y la ayuda a los menos favorecidos. Si me hubiera quedado, imagino que hubiera tratado de emular a personajes como don Ezequiel Fernández Santana, que fue cura de Los Santos, aunque yo no he tenido ninguna inclinación religiosa, para tratar de modernizar Extremadura y paliar las diferencias basadas en los apellidos y el dinero.

El olor del aceite, el sabor del pastelón, la virgen de la Estrella, el vino de la cooperativa, un camión de La Maimonesa...

Estuve en Mozambique en 1973 y cuando los portugueses oían un fado, lloraban. Hoy se llora menos porque si sufres de morriña te puedes plantar en Extremadura en 24 horas. Esto templa la emotividad. Cuando necesito estar en Extremadura, me voy allí. Uno de mis nietos se ha bautizado en Los Santos de Maimona.

¿Cómo compagina cuidar a sus hijos de 9 y 8 años y hablar al rato con Clinton o con el Rey?

Hace años también a mí me impresionaba ver, por ejemplo, a personajes como Clinton, no tanto ver al Rey al que trato de tú porque es un hombre muy cercano. Luego te das cuenta de que tienen carisma, pero también con defectos como tú o peores y te impresionan menos. Hay que equilibrar lo público y lo familiar.

¿Un libro para entender este mundo cambiante?

Una película de Michael Moore: ´Farenheit 9/11´. El mundo será peor o no dependiendo del resultado de las próximas elecciones americanas.

¿Entre Kerry y Bush?

La raíz de los problemas está en la ignorancia del electorado americano. Un hijo mío me decía que yo debería dedicar mis esfuerzos a educar a los electores americanos. Kerry no es una maravilla, pero Bush tiene un grupo extremista que ha empeorado la situación mundial y que está ahí por el electorado americano.