Ignacio Sánchez, director general de Infraestructuras, advirtió ayer de que la Autovía de Levante (A-43) que debe unir Mérida con Ciudad Real y Valencia puede sufrir retrasos "por posibles demoras en la declaración de impacto ambiental". Sánchez indicó que hasta que dicha declaración no esté terminada la Junta no se pronunciará sobre el trazado, y aseguró que a las poblaciones que queden fuera del entorno de esta autovía "se les buscará una solución compensatoria".

La declaración del responsable de Infraestructuras se produjo a raíz de una pregunta parlamentaria del diputado popular Víctor del Moral, quien reclamó información sobre esta infraestructura "porque en Extremadura aún no se ha movido un metro cúbico de arena". El diputado del PP recordó que había un trazado directo siguiendo la actual siguiendo la actual N-430, pero Castilla-La Mancha, que no lo quería así, declaró una zona de protección del lince justo en el límite con Extremadura, "lo que obligó a hacer una zeta con el trazado" y agregó que "en cuatro años no se ha hecho nada".

En este punto, Ignacio Sánchez reconoció que hay "intereses contrapuestos" de las comunidades autónomas y que la Junta se atendrá a lo que decida Fomento.

En la misma sesión parlamentaria, la diputada del PP Teresa Bravo preguntó por la ubicación del futuro aeropuerto de Cáceres y la participación de la Junta en el proyecto.

En respuesta, la directora general de Transportes, Justa Núñez, afirmó que el Ejecutivo extremeño apoyará "cualquier iniciativa privada viable" para el aeródromo, porque contribuye "al equilibrio territorial". Núñez señaló que cuando los promotores tomen una decisión la Junta dará explicaciones sobre su participación.

Bravo recordó que hay otros proyectos, "como la refinería", donde la Junta ya está reservando dinero pese a que aún no son definitivos.