El AVE internacional Madrid-Lisboa podría ser sólo de alta velocidad en el trazado que discurre entre la capital española y Badajoz, ya que el Gobierno luso estudia la posibilidad de instalar un intercambiador en la frontera de Caya que posibilitará que los trenes se adapten a las vías de ancho ibérico que se pretenden mantener en Portugal. El resultado: la velocidad máxima en el tramo portugués no superará los 200 kilómetros por hora, cerca de 150 kilómetros menos a los que circulará el AVE por el trazado español.

Pero la línea Madrid-Lisboa no es la única que puede sufrir cambios en su proyecto original, ya que los problemas presupuestarios que padece el Ejecutivo luso podrían obligarle a reducir a la mitad los programas ferroviarios previstos. Es decir, supondría la eliminación de 580 de los 1.162 kilómetros de alta velocidad programados, al aprovechar líneas convencionales en gran parte de los trayectos.

LAS RAZONES Esta decisión, de la que se hacen eco varios medios de comunicación portugueses --entre ellos los diarios Público y Expresso , que citan fuentes ligadas al proceso de puesta en marcha de la alta velocidad portuguesa--, se debe a que el Gobierno luso no dispone del dinero suficiente para acometer un proyecto de gran envergadura como es el de la alta velocidad, "cuyo razonamiento económico y social nunca fue verdaderamente explicado", señalan los medios de comunicación. No obstante, desde el Ministerio de Fomento español han asegurado a este diario no tener conocimiento de las intenciones del Ministerio de Transportes portugués.

Una de las víctimas de este plan de ahorro es la principal conexión entre España y Portugal. El mantenimiento de las vías convencionales en la línea internacional Lisboa-Badajoz le serviría al Ejecutivo portugués para aprovechar la infraestructura de la línea Sines-Badajoz, prevista para transporte de mercancías y que permite una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora. Esta solución evitaría construir dos líneas paralelas entre Evora y la frontera pacense.

De momento, en Portugal ya han aparecido las primeras críticas, que inciden en que el corredor internacional no será viable de esta forma, ya que situará a Madrid a más de cuatro horas de distancia de Lisboa.