Los gobiernos de España y Portugal ratificaron ayer en Lisboa que el Tren de Alta Velocidad (TAV) que conectará Madrid con Lisboa lo hará en dos horas y cuarenta y cinco minutos. La ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, viajó ayer a Portugal para mantener un encuentro con su homólogo portugués, Mario Lino, con el fin de revisar las cuestiones estratégicas referentes a los proyectos de construcción del corredor internacional entre los dos países.

Al finalizar la reunión, ambos ministros subrayaron que los gobiernos español y portugués están "en el mismo camino" y mantienen una "total identificación en los puntos de vista en esta materia", según señaló el ministro portugués. Por su parte, Magdalena Alvarez se mostró satisfecha "tanto por la forma como por los resultados de la reunión", a la que calificó de "muy positiva". A la conclusión de la misma aseguró que "habrá tren de alta velocidad entre las dos capitales ibéricas en el 2010".

Ese era uno de los objetivos establecidos en la cumbre ibérica celebrada en Figueira da Foz en el 2003, en la que se definió que el trayecto Lisboa-Madrid no superase las tres horas. El año pasado, en la cumbre de Santiago de Compostela, ambos gobiernos corroboraron la decisión. Ayer, Alvarez y Lino quisieron ratificar "el cumplimiento de todos los acuerdos establecidos por los gobiernos antecesores en las dos cumbres ibéricas anteriores".

Desde que España anunció la apertura de la línea de alta velocidad Madrid-Lisboa al transporte de mercancías, el Gobierno portugués había manifestado su desacuerdo. En una entrevista publicada ayer en un diario portugués, el ministro Lino afirmaba que el Ejecutivo luso no estaba dispuesto a aceptar una alteración por parte de España en el tiempo previsto para el transporte de pasajeros. Por esa razón, la ministra española, que dijo "saber que a Portugal le preocupaba especialmente esa cuestión", no quiso desaprovechar este primer viaje a Portugal para tranquilizar los ánimos de los portugueses. Tras el encuentro con su homólogo, Alvarez garantizó que "España mantendrá todos los compromisos establecidos en las cumbres anteriores, así como que los mejorará en materia de planificación".

Eso significa, según la ministra, que "no habrá alteraciones en el tiempo previsto para el trayecto, que deberá conectar ambas capitales en dos horas y cuarenta y cinco minutos", como se había establecido en la cumbre de Figueira. Asimismo, la ministra afirmó que la línea Madrid-Lisboa será "una línea nueva, de alta velocidad, de electrificación total, de ancho europeo, de doble vía y, en la medida que cada país lo decida según sus posibilidades, de tráfico mixto, mercancías y pasajeros".

TRANSPORTE MIXTO Aunque el Portugal todavía no ha decidido si utilizará o no la línea Madrid-Lisboa para el transporte de mercancías, Lino manifestó que Lisbo ha aceptado la propuesta española de abrir la línea férrea al transporte mixto.

En declaraciones anteriores al encuentro, Lino afirmaba que el Gobierno luso "no está en un clima de divergencias, sino de cooperación con el gobierno español". Aún así, desde el ministerio de Obras Públicas se han mostrado tajantes a la hora de afirmar que el "transporte mixto no podría poner en causa el tiempo establecido para el transporte de pasajeros".

Una vez dada la garantía por parte del Gobierno español de que no habrá alteraciones, el Ejecutivo luso aceptó la propuesta. Lino calificó de "interesante" la idea española de realizar "una inversión adicional que permita ambos transportes, el de alta velocidad en pasajeros, y normal para mercancías, con la misma infraestructura".