La Junta ha ayudado a casi 400 familias en riesgo de desahucio a lo largo de 2017, una cifra que aumenta hasta los 1500 si se tiene en cuenta a todas aquellas personas con problemas de vivienda. El consejero de Sanidad y Políticas Sociales, José María Vergeles, ha explicado que esto ha sido posible gracias al Sistema de Intermediación Bancaria que permite mediar con las entidades financieras para conseguir una reestructuración de las hipotecas. Según datos del Consejo General del Poder Judicial, las ejecuciones hipotecarias han experimentado un descenso del 26,5%, lo que contrasta con el resto de España, donde la cifra creció un 11,6% durante el primer trimestre del año. Además, los datos del INE reflejan una bajada del 63,71% del número de desahucios en la región con respecto al 2016. No obstante, en lo relativo a los alquileres, las oficinas de intermediación no tienen capacidad para mediar entre personas físicas, por lo que el número de desahucios estos casos ha crecido. Vergeles ha achacado esto a la falta de créditos generados por el Plan Estatal de Vivienda. El consejero ha recordado la reciente creación del Programa de la Bolsa Privada de Viviendas que pretende garantizar alquileres asequibles en la región.