Evitar el proceso judicial, que en el futuro puedan cometer más delitos, y recuperar a los menores de entre para la sociedad. Son objetivos del Programa Ambulatorio para Menores Infractores con Conductas Adictivas (PAMICA) para cuyo desarrollo firmaron ayer un convenio la consejera de Sanidad, María Jesús Mejuto; el fiscal superior de Extremadura, Aurelio Blanco; y el director de Cáritas Diocesana de Mérida-Badajoz, José María Vega.

Será la Fiscalía de Menores la que se encargue de seleccionar a los chicos y chicas que pueden participar en el programa, ya que solo lo podrán hacer aquellos que han cometido una falta, no los que arrastren delitos graves; una vez seleccionados el SES desarrolla los mecanismos adecuados y Cáritas desarrolla el trabajo. El programa comenzó a funcionar hace un año como experiencia piloto y ahora se va a implantar de manera definitiva. En esa primera iniciativa han sido 20 los menores que han participado y diez de ellos han logrado los objetivos por lo que "han sido dados de alta", señaló Mejuto tras firmar el convenio, que tendrá vigencia anual.

Para el buen funcionamiento de esta iniciativa es fundamental la participación de las familias de los menores, con edades comprendidas entre los 14 y 19 años que presentan conductas adictivas relacionadas con las drogas. A ellos y a sus familias se les derivarán acciones formativas y socioeducativas dirigidas a la prevención y reinserción social, así como acciones de sensibilización sobre su conducta.

Se da la circunstancia de que la mayor parte de los delitos y faltas que cometen los menores son hurtos y violencia contra familiares, señaló Blanco.