El presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) y ex presidente del Gobierno, José María Aznar, destacó ayer en el encuentro que mantuvo en Badajoz con personas destacadas de la sociedad extremeña que la región "necesita un nuevo impulso" para "dejar de ser, de una vez, el farolillo rojo de todas las estadísticas de desarrollo, de renta y de empleo".

Aznar, que clausuró junto al presidente del PP de Extremadura, Carlos Floriano, las jornadas de seminarios que FAES ha celebrado en la región desde abril del 2006, criticó que "después de 24 años de aplicación de unas políticas antiguas y después de 36.500 millones de euros gastados, el balance es más que decepcionante". Por ello, insistió en la necesidad de "no seguir aplicando más de lo mismo", sino de probar otras ideas, las ideas liberales, de centro político, del PP.

Durante su discurso, dibujó un panorama desalentador de la situación de Extremadura, a la que auguró un futuro aún menos esperanzador, al considerar que esta región va a tener que afrontar en los próximos años "dos graves problemas creados por una mala acción política": el Estatuto de Cataluña y la reducción de los Fondos Europeos, que, en su opinión, colocarán a Extremadura "en una situación financiera muy delicada", de lo que responsabilizó al gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Según el ex presidente del Gobierno la reforma catalana "recorta drásticamente" la solidaridad interregional y "da la espalda a Extremadura". A ello se une, según Aznar, la "desastrosa" negociación llevada a cabo por el actual presidente del Gobierno para las percepciones a recibir por los Fondos Europeos entre 2007 y 2013, informa EP.

El exdirigente popular recordó que en la negociación, que él mismo llevó a cabo, para el periodo 2000-2006, España recibió 48.000 millones de euros, de los que Zapatero "ha perdido el 90%", al conseguir tan solo 5.000 millones. Así, afirmó que la región será una de las "más perjudicadas", ya que "habrá poco dinero para infraestructuras".

COBARDIA También hizo alusión a las polémicas fotografías del artista Juan Antonio Moreno Montoya, para manifestar que "no se puede pagar con dinero público barbaridades que ofenden al más elemental sentido de la decencia y el respeto". Según Aznar, los extremeños saben quiénes son los responsables de esto, por lo que les animó a pedir cuentas en las urnas.

Para Aznar, este episodio, "saca a flote algo más profundo: la cobardía de quienes hace solo un año pedían perdón por unas caricaturas, menos agresivas, de Mahoma publicadas en un periódico danés", sin reprobar los excesos de los islamistas radicales. En su opinión, el problema del Gobierno es que, "ante los violentos, optan por la rendición preventiva", por lo que recordó que "cuando se acepta un chantaje, detrás viene el siguiente".

También advirtió del peligro que supone "tratar desde el Gobierno de enfrentar entre sí a instituciones como la Fiscalía o los tribunales, o poner a cualquiera de ellas al servicio de designios partidistas", porque eso, dijo, "no es fortalecer la democracia, sino todo lo contrario".